Memorias de un ganador del Concurso de Guitarra José Tomás de Petrer

Jaime Velasco ganador del Concurso Jose Tomas en 2012
Estos diecisiete años, el Festival Internacional de Guitarra de Petrer ha ido dejando en la localidad una impronta difícil de borrar. Si bien principalmente el público recuerda los conciertos en el Teatro Cervantes de las grandes figuras, o las veladas íntimas y mágicas en el castillo, o en la ermita, la Semana de la Guitarra de Petrer es mucho más. Es punto de encuentro entre educandos y maestros, es hervidero de vida diurna y nocturna por las calles petrerinas, siempre con el instrumento de seis cuerdas como testigo, y también, y cómo no, es todo un trampolín en las carreras de jóvenes promesas y profesionales de la guitarra, que tienen la oportunidad cada año de participar en el Concurso José Tomás, y sus ganadores, de disfrutar de una gira internacional.

Precisamente, una de estas primaverales mañanas nos reunimos con Jaime Velasco, ganador del certamen en 2012 en la categoría Profesional. Natural del norte, el guitarrista tiene fijada actualmente su residencia en Colonia, Alemania, por aquello de que las condiciones laborales son más flexibles, hasta el punto de permitirle «sobrevivir» y continuar con sus estudios y conciertos. Aprovechamos la visita casi relámpago de Jaime a Petrer para que nos contara, en primera persona, qué peso ha tenido en su carrera profesional ganar el Concurso Internacional de Guitarra José Tomás así como su experiencia en el festival, al que, adelantamos, invita a participar a todos los amantes de la guitarra.


-¿Cuál fue tu experiencia dentro de la Semana de la Guitarra?

Pues el concurso, la verdad es que la experiencia se suavizó mucho, porque estaba con amigos, estaba alojado en un albergue, siempre en compañía de gente conocida, así que fue bastante llevadera la experiencia. Pero es cierto, un concurso es un momento de bastante estrés.

Yo este concurso estuve preparándolo durante mucho tiempo, era una meta que tenía. Estuve mucho tiempo preparándola y te la juegas al final en un momento, en diez minutos, en quince minutos. Entonces claro, bastante estrés, porque no sabes cómo vas a reaccionar, cómo reaccionarán tus dedos,si vas a poder sacar todo lo que querías decir. Y cuando uno se va clasificando, el estrés aumenta más, porque no quieres decepcionar; has pasado de ronda y quieres hacer un buen papel. Hablando en plata, pues, la verdad es que fue un poco estresante.

Pero al final, con el premio, pues imagínate: después de toda esa adrenalina, de ese trabajo invertido, cuando te dicen que tienes el primer premio pues es una alegría inmensa y también una liberación. Y además es un gran empujón, porque sabes que le ha gustado a tus compañeros de profesión, lo que es un alivio, porque cuando estás en casa estudiando no tienes referencia de si lo que estás haciendo es interesante o no.

El momento de recibir el premio es un alivio, y dices: «parece que el trabajo que hago en casa sirve para algo».

-¿Qué ha significado para tu carrera ser el ganador?

Hay diferentes facetas. Una de ellas es la cantidad de conciertos que me ha proporcionado. Y esto para empezar es una experiencia muy buena como intérprete, porque muchas veces uno no tiene la posibilidad de tocar con frecuencia, y el hecho de realizar treinta y pico conciertos en un año te suelta mucho, te da muchas tablas en el escenario.

Luego está al experiencia de los viajes, de la gente que conoces… Eso es simplemente positivo, una pasada: ir de viaje a otros países, conocer gente buena…

Y luego hay una parte artística, digamos, en la que te planteas: ahora tengo una gira, un montón de conciertos, y bueno, cómo la enfoco, qué repertorio quiero tocar, qué música quiero enseñar a la gente. Entonces te haces una especie de examen de conciencia, contigo mismo, sobre qué es lo que quieres tocar y qué es lo que quieres mostrar, y ése es un ejercicio muy importante en un intérprete, no sólo cómo tocas, sino lo que tocas. Realmente toda esta experiencia me ha servido para definir un poco más mi estilo, gusto y preferencias en este momento, porque luego quizá en cinco años estoy en otra onda. Pero estos conciertos, ahora, me han aclarado las ideas, sí.

-¿Qué aporta este festival al mundo de la guitarra?

Se aprende mucho, porque hay muy buenos profesores, muy buenos conciertos, y entonces es muy necesario para un estudiante o un profesional de la guitarra asistir a un festival de este tipo, aunque solamente sea para ver a los maestros tocando.

Y luego está el tema de las clases, que tanto de oyente como si recibes tú la clase, se aprende una barbaridad. La persona que le están dando la clase es como un espejo, tú ves también tus fallos y tus virtudes en él. Y si la clase la tomas tú, por supuesto que el profesor te corrige directamente, es muy positivo.

Y luego este festival tiene algo muy especial, que es el colegueo y el buen ambiente que se crea. Estás esperando que llegue el festival para encontrarte con amigos, se pasa estupendamente, muy bien de veras, y luego se aprende un montón de los compañeros, porque hay unos músicos muy buenos, se queda para tocar, charlas de música, compartes cosas del repertorio. Entonces aprendes un montón tanto del ambiente que se forma como de los profesores

Yo creo que se adelanta mucho viniendo a Petrer, la verdad.

-¿Qué recuerdos guardas de tu participación en la Semana de la Guitarra?

-Sólo buenos recuerdos, imagina. Vengo en el mes de junio, con un sol estupendo, con amigos y ambiente todos los días. Y luego la gente es muy simpática, y yo, además que vivo del extranjero, pues aquí hay comida buena, etc.

Y luego está el tema de los cuartelillos,que es donde nos alojamos, cumpliendo la función de albergues. Yo creo que la gente del pueblo se porta muy bien, dándonos la posibilidad de alojarnos en sitios que son privados.

Yo espero poder venir, aunque tengo ciertos compromisos, porque ahora vivo en Alemania y a veces se me complica la fecha por conciertos con el trabajo, pero para mí es una cita que siempre que pueda, aunque sea de vacaciones, vendré. Aunque solo sea para tomar una cerveza con los amigos y ver algún concierto.

Hay que venir. Si eres guitarrista y no vienes a Petrer, te pierdes una gran parte, la más bonita quizá, del mundo de la guitarra. Porque irte a concursos por ahí, estudiar en una ciudad fría del norte de Europa, pues no es muy agradable, pero venirte a Petrer en verano a compartir experiencias, aprender y pasarlo bien, pues es la parte más bonita de esta profesión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *