Después de un mes sin decir esta boca es mía, el Gobierno, ante un acontecimiento grave, que puede derivar en trágico, como es el caso del Alakrana, no puede exigir a los medios de comunicación y familiares de los secuestrados, que no opinen, que se callen, que le dejen hacer sin más; y tampoco a la Oposición, si previamente no se le ha estado informando correcta y puntualmente. Da la sensación de que es nuestro tutor cuando no pasa de ser nuestro servidor y al que tenemos todo el derecho a reclamarle información y resultados.

El presidente del Gobierno habló hace unos días con el jefe de la Oposición y ha hecho declaraciones por primera vez (¡desde Polonia!) a los 39 días de haberse producido el hecho, ambos gestos demasiado tarde. Las informaciones que llegan a la opinión pública desde sus ámbitos de decisión son contradictorias (Defensa dice unas cosas y Exteriores otras). Nombra un Gabinete de Crisis y Fernández de la Vega que lo preside se marcha a Argentina cuando el tema más candente está. Qué hacer con los piratas detenidos, ni se sabe. Se tiene desinformada a la Oposición y cuando pide cuentas, como es su obligación, se le descalifica culpándola de desleal. Cuando los familiares, más de un mes sin información consistente, estallan ante los medios de comunicación y les culpan de decir mentiras, el Gobierno pretende minimizar sus razones achacándolas al comprensible estado de ánimo de todos ellos. Y ya el colmo, se exige de los periodistas que no informen del caso. Es que es todo un cúmulo de despropósitos, una demostración más que evidente de ineptitud intolerable. Si hubiese reaccionado con diligencia y a su debido tiempo no se hubiese desencadenado el guirigay padecido.

Que se han hecho muy mal las cosas no tiene discusión y el único responsable de este desaguisado es el Gobierno de España. Es irritante que busquen culpables por todas partes para justificar su ineficacia e incompetencia: que si Rajoy o Cospedal, que si los periódicos,  que si los familiares, que si los piratas manejan a todo el mundo para sacar mejor tajada… Ya está bien de obscenidades. Lo que debe hacer, con urgencia además, es solucionar satisfactoriamente este embrollo, esto es lo que le exigen la inmensa mayoría de los españoles que para eso lo eligieron.