Son demasiadas navidades deseando paz, alegría y felicidad, sin que sirva de mucho.
Deben tenernos por imbéciles quienes viven en la parte ancha del embudo y dominan el globo a su antojo; por ello, a los malvados del mundo y sólo a ellos, dedico otra vez,
y con esta van cuatro, mis deseos; porque aunque de nuevo es navidad,
sigo estando cansado de tanta corrupción y mala gente:
Cansado de ser panoli a beneficio de cerdos intocables, que nunca atrapa la poli. Cansado de la ley injusta, que más que ciega es falsa y necia, absurda o tonta. Cansado y harto de tanto lagarto en este país de las mil maravillas, donde sólo hay carbón, para quien pone la otra mejilla.
Que nadie se asombre si maldigo al hombre que a una mujer maltrata.
Que le den garrota al que vive de la infamia que a un niño explota.
Que mal rayo parta, al político corrupto que olvida a su pueblo y sólo hace bulto.
Que el año venidero caigan las caretas de todos los profetas y que acabe el beneficio
de aquellos que sin oficio sólo piensan en su bancal.
Que sea infeliz el gobernante opresor, ¡o mejor!, que se ahogue en su propio asco, que este mundo es un fiasco y algún día tendremos que arreglarlo.
Que el avaro lo tenga todo, y el ruin sólo su propia orín,
y que ambos, en ese lodo, se coman codo con codo toda la mierda de su festín.
A las mujeres y hombres corrientes,
a nosotros, a quien todos mienten y engañan, que el año venidero se nos caiga la venda y el tapón, y acabemos con tanto cabrón, ¡ladrón del orégano y del monte!
Nada lamento si en algo ofendí, ya que siendo así lo que siento,
que mi plegaria se os atragante,
cada vez que finjáis ceguera ante el humano amor, la pobreza o el honor.
Y si es que os hace ilusión,
brindemos por la ocasión del año venidero,
para que sea quien sea, el que todo lo ve,
que a cada cual dé su merecido,
pues a este mundo hemos venido, nadie sabe a qué,
pero de él te llevarás, lo que guardes en tu corazón… Y nada más.
Dedicado a políticos, banqueros y otras raleras perniciosas. A las fuerzas que sólo velan por su seguridad y a periodistas que callan.
Si señor con un buen par de huevos, lastima que esto se quede aqui, deberia estar en toda la prensa nacional e internacional.
Muy bien Sr. Maestre, desgraciadamente el panoli de turno (lease ciudadano de apie) nos conformamos con hacer estas quejas y escribirlas, con eso parece ser que nos desahogamos y los responsables, con sus bolsillos llenos, encima nos critican de gilipollas y «predicaantonquemecagoentusermon». Al menos nos queda la cosica de que cuando los vemos por la calle bajan la cabeza como los cabestros, reconociendo que no lo hacen honradamente, pero que, no ostante, siguen chupando del frasco y a nosotros la sangre.