De madrugada se nos ha ido Vicente Maestre Juan. Se ha adelantado al día, antes de ver el sol. Me dicen que lo ha hecho sereno, tranquilo y con el deber cumplido para con los suyos. Con el tiempo compartido y las palabras que él habrá sabido buscar para aliviar el dolor de quienes lo despedimos.
También esta vez ha cumplido con su deber, con la misma responsabilidad que sintió desde muy joven hacia los demás y que ejerció con la fuerza que le daba su convicción en los ideales socialistas. Más igualdad, más justicia social, más derechos para todos. También lo hizo desde el compromiso con los trabajadores y, sobre todo, desde el amor a su pueblo. Petrer fue siempre la fuente de energía que hizo de Vicente un alcalde incansable en la búsqueda y en la defensa de lo mejor para sus gentes.
Vicente comenzó pronto en el calzado, trabajo que lo llevó hasta Elche. Él mismo nos contó muchas veces cómo desde entonces compaginó su profesión con su compromiso político y social. Ese compromiso lo ejerció toda su vida. Promovió la reconstitución de la Agrupación Local del Partido Socialista Obrero Español de Petrer. Durante los últimos y difíciles tiempos de la clandestinidad del PSOE y los primeros momentos de la democracia, vivió en primera persona los días de volver a la calle a hablar con los vecinos; los días de ir, puerta a puerta, a pedir el apoyo de la gente para ganar unas elecciones que llevaran, tras tantos años de oscuridad, de nuevo un alcalde socialista hasta el Ayuntamiento de Petrer. Y lo logró, lo hizo aunando la fuerza de muchos, el necesario impulso de tantas mujeres y hombres. Lo hizo con la certeza de que su pueblo, nuestro pueblo, merecía el esfuerzo y así ganaría el progreso para el futuro.
Vicente Maestre Juan fue alcalde de Petrer durante 16 años. Como máximo responsable de su pueblo siempre tuvo un comportamiento ejemplar con respecto a las instituciones con las que participó y a las que representó. Su trabajo y dedicación fueron claves en un contexto histórico difícil, con tantas y tan diferentes sensibilidades políticas y sociales que se encontraban en cualquier esquina de una calle, o en el mercado, o en el bar y que debían buscar lugares y palabras comunes. En esos momentos eran necesarias personas como Vicente y él dio un paso adelante, con talante y con carácter, siempre a favor del entendimiento y de la unión.
Muchos años después también supo estar al lado de quienes empezábamos el camino de las ideas socialistas. Consejos, palabras sabias y alguna que otra reprimenda han acompañado a decenas de compañeros y compañeras. Son muchas las voces que nos recuerdan cada día cómo el esfuerzo de Vicente y de quienes estuvieron a su lado ha dado sus frutos. Nunca dejó de ocuparse y preocuparse por lo que dedicó trabajo y dedicación en su vida, el bienestar de las gentes de su pueblo y la necesaria fortaleza de su partido, que él consideraba que está en la gente, en cada vecino y vecina. Esa era su convicción y la defendió siempre con honestidad.
Fue alcalde de Petrer, responsabilidad que no le hizo olvidar otra de sus pasiones, las Fiestas de Moros y Cristianos que vivió en su comparsa de Labradores, era parte de su ser, su entorno y suponía sus momentos más íntimos de amistad.
Con esa misma pasión soñó Vicente un futuro para Petrer que es hoy nuestro presente. Su ejemplo debe hacernos mirar hacia adelante sabiendo que esta tarea iniciada por él y tantos como él, es también nuestro reto y el motivo fundamental de nuestros esfuerzos.
Alfonso Lacasa Escusol
Presidente de la Agrupación del PSPV-PSOE de Petrer
Vicente fue un alcalde muy bueno para PETRER, pero los que vinieron despues aun lograron hacer a Vicente mucho mejor de lo qu fue.
No era necesario, para alabar a Vicente, nombrar a los que vinieron después.
Abrir la caja de los truenos puede traer tormentas.