Como socialista he de expresar mi satisfacción ante la firmeza del Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, frente quienes pretenden aprovechar la crisis para recortar los derechos de los trabajadores. Que la patronal intente convencernos de que para crear empleo la mejor receta es abaratar el despido me resulta irrisorio. Que el Partido Popular, como expresó Cristóbal Montoro en una entrevista en la Cadena Ser, pida recortar el gasto social resulta toda una declaración de intenciones. Es bueno saber a que atenernos si algún día –y ese día llegará, aunque espero que tarde- ganan las elecciones, para que no nos pille de susto y nadie pueda luego decir que ellos no sabían.
Sin embargo, este orgullo se ha visto empañado con la aprobación de la ayuda de 420 euros mensuales para quienes hayan agotado su prestación por desempleo. Esta afirmación puede parecer una contradicción, pero no lo es. La propuesta, aprobada el pasado viernes en Consejo de Ministros, ha sido tomada con la firme voluntad de ayudar a quienes peor los están pasando en esta crisis. Sin embargo, la letra pequeña establece que sólo pueden acogerse a esta ayuda quienes agoten su prestación a partir del 1 de agosto de este año, olvidándose de todos aquellos que ya la agotaron hace meses y que por lo tanto hace tiempo que se encuentran en una situación de precariedad. A esta grave situación ahora hay que unir la desilusión al no poder finalmente acogerse a estas ayudas estatales.
Y es que con este criterio se está generando una desigualdad y una injusticia con todas aquellas personas y sus familias que se encuentran en una situación enormemente dramática. ¿Por qué unos sí y otros no? Por un criterio aleatorio y caprichoso, el 1 de agosto.
Es mucho lo que he leído en prensa, en medios de una trinchera y otra, sobre esta medida. Hablan de falta de información o de improvisación. Estas críticas me resultan absurdas si la medida es buena. Sin embargo, lo que no puedo aceptar es que ésta se olvide de los valores socialistas de igualdad y de justicia social, que se olvide por tanto de mis valores. Y lo que espero es que el Gobierno reconsidere y solvente esta situación.
Aunque algunos les pueda sorprender, pues la autocrítica no es muy frecuente en estos tiempos, expreso estas opiniones desde la satisfacción que da el militar en un partido donde las opiniones críticas son escuchadas, valoradas y tenidas como la mejor herramienta para mejorar nuestro proyecto cada día, para que sea el mejor proyecto para todos.
Amigo portillo, es la primera vez que leo, una autocritica, escrita por un militante de relevancia(del PSOE)
Espero, qué tambien de vez en cuando, los militantes de relevancia de los otros partidos (PP .EU y Els Verds) hagan lo mismo.
Yó coincido contigo, en la critica del dia de inicio del computo, el uno de agosto, pero además se me antoja qué con 420 euros mensuales,no se solucciona ningun problema a ninguna familia.
un saludo
Una sincera autocrítica que, como bien dices, «no es muy frecuente en estos tiempos». Comparto tu opinión, ya que una importante promesa electoral se ha quedado a medias, reducida a una fecha simbólica que sólo ayuda a unos pocos y en nada favorece a muchas familias españolas. En resumen, se trata de una medida fallida y que, de acuerdo con lo que comentas, el Gobierno debería reconsiderar.
Ya sabemos que el gobierno la está reconsiderando. Bien está. Hay que exigir, no obstante, progresividad en otras medidas (¿los 2000 € por nacimiento igual para todos? ¿Por qué no a los más débiles 6000 € y a los que van sobraos nada? Hay que volver a gravar el patrimonio, crear un IRPF progresivo que sea especialmente exigente con las rentas de más de 40.000 € anuales, gravar la propiedad múltiple de inmuebles, crear un impuesto sobre los beneficios empresariales y bancarios, ser muy cautos con los impuestos directos que pagamos todos. En una crisis provocada por el capital especulativo bien está que sean ellos quienes la paguen mayoritariamente. Eso no es ni siquiera socialismo, es, simplemente, justicia elemental.
Agradezco todos vuestros comentarios. Y Germán me gustaría hacerle un par de aclaraciones. En primer lugar, comparto contigo la necesidad de un sistema impositivo progresivo, y en gran medida así lo es el que tenemos en nuestro país, aunque no en el caso concreto de los 2000 euros, que es sólo una ayuda puntual. En segundo lugar, simplemente deseo hacerte la aclaración de que el Gobierno cuando decide eliminar el impuesto sobre el patrimonio lo hace no porque los considere positivo, sino porque algunas comunidades autonomas (Madrid) ya lo habían suprimido y otras estaban tramitando dicha eliminación (Valencia), lo que suponía una agravio comparativo para otras comunidades que veían como grandes propietarios de sus comunidades se llevaban sus patrimonios a otras comunidades donde éste no se gravaba.
Un saludo y os reitero mi agradecimiento por todos vuestros comentarios