Bueno ¿y qué vamos a producir en España para poder exportar e importar y mantener una buena balanza comercial con nuestros vecinos? Pues bien. En principio hemos conseguido un entorno super sano, bonito, funcional y con las ventajas que tenemos de un clima muy agradable y unas costas (super limpias) y hermosas donde las haya. Esto atraería a muchísimo turismo.
Al hilo de la afluencia de visitantes podríamos hacer valer nuestras artesanías, desde la cerámica a los bolillos, pasando por el esparto y así un largo etcétera.
También pondríamos en marcha los sectores primarios, pero dándoles una nueva característica; es decir, apostar en estos medios por la ecología y la salud y producir para el consumo, en nuestro fructífero campo y con métodos naturales, productos ecológicos. Eliminar los pesticidas y abonos no ecológicos y dejar que se desarrolle la fauna y flora natural velando además por su equilibrio.
¿Cómo apreciarían los mercados internacionales nuestras manzanas, naranjas, melones, judías, etc., cultivadas de un modo saludable y natural? ¿Y nuestras carnes de animales no forzados al engorde? ¿Y nuestra miel? Y… ¿?
Por supuesto, no se abandonaría la industria manufacturera que existe, ni la pesada, que aún perdura y que se dotaría de las ultimas tecnologías para hacerla rentable.
España, con tanta costa, debe de ser un gran explotador de las riquezas marinas de una manera sostenible: tanto de su pesca como de la energía que pueden producir las propias corrientes marinas.
Apostar por todas las energías renovables, pues a pesar de un primer esfuerzo (como se hizo con la nuclear o la petrolera) en un principio, a la larga supone un gran ahorro. Por otra parte, todas las pequeñas industrias se pondrían a funcionar, pues al aumentar el consumo interno, todo el mundo trabaja y se ampliaría la demanda de las manufacturas.
Otro problema es que, como por la mala política del ladrillo que se ha llevado a cabo hay un montón de pisos vacíos, y puesto que lo que no sirve no tiene ningún valor, podríamos erradicar el chabolismo inmediatamente ylos solares libres dedicarlos a zonas de esparcimiento y servicios. Con el pleno empleo seremos tan productivos que podremos rebajar la jornadaa treinta y cinco horas semanales y adelantar la jubilación a los 60 años.
Muchas cosas tienen que cambiar, esto es pura ilusión, como dices…pero viene bien leer algo así también, de vez en cuando, de lo que pudo ser y no fue…