No más violencia machista

El próximo 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una fecha que nos recuerda que todavía queda mucho por hacer con respecto a la igualdad de género. Quizá todavía algunas personas sigan pensando que al hablar de violencia de género nos referimos “tan sólo” a las cientos de mujeres asesinadas cada año en nuestro país a manos de sus parejas, pero lo cierto es que este tipo de violencia va mucho más allá, de manera que estas muertes son el reflejo más extremo de una sociedad que sigue anclada en el patriarcado. Y es que cuando hablamos de violencia de género nos referimos a las mujeres que mueren asesinadas, a las que sufren lesiones invalidantes o daños psicológicos, a sus hijos maltratados, secuestrados o asesinados que padecen directamente las consecuencias de la violencia sexista, a las que son violadas, acosadas en sus puestos de trabajo, cosificadas en la publicidad y en los medios de comunicación, etc.

Es necesario alertar sobre la incidencia de este fenómeno en parejas muy jóvenes. Los estudios nos revelan la facilidad con la que, aún hoy, se incorporan en la adolescencia ideologías y hábitos sexistas y poco saludables para el desarrollo emocional de la juventud, lo que nos lleva a pensar que debemos poner el acento en la educación como elemento clave para el cambio. Necesitamos programas educativos que enseñen sobre derechos humanos, igualdad y respeto mutuo y que sirvan de apoyo al desarrollo integral de los jóvenes, hoy en día expuestos más que nunca a mensajes terriblemente contradictorios sobre lo que es o no es violencia, y lo que es o no es amor.

La crisis económica y la grave situación laboral en la que se encuentra nuestro país están poniendo de manifiesto la profundidad de este problema, dejando al descubierto, por ejemplo, la carga de responsabilidad latente de las mujeres en todas las tareas de cuidados no remunerados. Una realidad social que se agudiza con los continuos recortes por parte del actual Gobierno y la falta de compromiso del gobierno local en materia de igualdad.

Esta fecha nos recuerda que todavía debe ser más firme el compromiso activo de la sociedad, institucional y de la ciudadanía, con un mundo estructuralmente pacífico, donde nacer mujer no acarree menores posibilidades de vivir sin miedo, ni autonomía, ni justicia, porque la historia ya nos ha enseñado que ninguna sociedad progresa manteniendo indefinidamente la injusticia. Es urgente escuchar la voz de las mujeres para poder responder a los retos que nuestro tiempo nos impone, de forma que se tengan en cuenta múltiples puntos de vista, necesidades e intereses, más allá de los intereses del mercado. Sin duda, una buena forma de luchar contra la violencia es trabajando hombres y mujeres juntos, en pie de igualdad, en la construcción de un mundo más amable.

Cristina Rodríguez Armigen

Coportavoz Compromís Elda


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