Seguimos asistiendo, en nuestra sociedad, a la feminización de la pobreza, cosa que ya se denunciaba hace décadas. Uno de los factores de este fenómeno es el aumento de la feminización en los servicios básicos e irrenunciables que nos hemos proporcionado. Así sucede con servicios públicos como educación y sanidad.
En nuestro pueblo hemos podido ver un ejemplo local de esta situación general en la Escuela Infantil Els Peixos. Las educadoras son mujeres y son las mujeres de cada familia usuaria las que necesitan utilizar este servicio para poder ir a trabajar. Esta afirmación no es gratuita, sólo hay que observar que los hombres, a pesar de las leyes de conciliación de la vida familiar y laboral no piden los permisos ni excedencias legales.
Cuidar este servicio al máximo sería pues una tarea de suma importancia para nuestros representantes políticos. Habría que añadir que esto es así máxime cuando son los niños y niñas de nuestro pueblo las que reciben estas atenciones. Pero la realidad es otra. La concejalía de Educación del Partido Popular tenía totalmente descuidadas las necesidades de los bebés, las madres y las trabajadoras de la Escuela Infantil Els Peixos. La total falta de previsión y la despreocupación de su concejala, Mª Carmen Chico ha llevado a vivir situaciones indeseables, dentro de un ambiente escolar, cuando se produjeron tres bajas de educadoras y se descubrió que la bolsa de trabajo para sustituciones había caducado en 2009. La buena voluntad y el compromiso personal y laboral de las educadoras pudo salvar la situación frente al abandono institucional. Crear empleo significa acordarse que las listas del paro están llenas de mujeres con la titulación exigida para cubrir las necesidades de esta bolsa de trabajo.
Dones amb Compromís de Les Valls del Vinalopó exigimos que sea prioritario frenar los desequilibrios sociales y en concreto la desigualdad de género. Apostamos por acciones políticas y legales que satisfagan las necesidades actuales y reales de las mujeres. Por esto vemos necesario y urgente que se pongan sobre la mesa los recursos necesarios para una verdadera conciliación de la vida laboral y familiar tanto en la empresa pública como en la privada. También es urgente el establecimiento real de la corresponsabilidad en el cuidado. Así mismo vemos imprescindible la creación de las escuelas infantiles públicas necesarias para cubrir las necesidades básicas de Petrer. Pero nuestra apuesta más exigente es potenciar la ética del cuidado a todos los niveles de nuestra sociedad, para que no quede sólo en el ámbito privado de la familia y ejercido por las mujeres de ésta. Y en concreto, relacionado con el tema que nos ocupa, estamos trabajando para hacer posible la crianza con apego, donde las necesidades de bebés, madres y trabajadoras debe ser una cuestión pública y de gobierno apoyada en leyes e implantada con todos los recursos económicos y humanos de que dispone nuestra sociedad. Por lo tanto queremos reformar los permisos por nacimiento y adopción, para que sean iguales para ambos progenitores y remunerados al cien por cien, o la implantación de la Renta Básica, un salario suficiente, personal, universal y sin contraprestaciones que valoraría el cuidado y las atenciones necesarias para sostener la vida y generar bienestar en nuestra sociedad.