La situación política actual, caracterizada por una crisis económica y social preocupante y un proceso de secesión abierta de una parte de nuestro país, pone de manifiesto la necesidad de recordar que, frente a quienes pretenden destruir las bases de nuestra convivencia, debemos apoyarnos sin complejos en la fortaleza que nos otorga nuestra Constitución. La Constitución de 1978 fue fruto de un consenso a muchas bandas, gracias al cual el pueblo español, en uso de su soberanía, se otorgó así mismo un marco normativo con el que pudieran gobernar partidos de muy diversa ideología y de muy variada concepción de la administración territorial y de la propia esencia de la nación española. Se consiguió compatibilizar el sentimiento abrumadora- mente mayoritario de formar parte de una misma nación, con el derecho de nacionalidades y regiones a un cierto, pero limitado, autogobierno. Por otro lado no se trata de una Constitución cerrada, de una imposición inamovible del pasado. Antes al contrario, nuestra norma suprema recoge la posibilidad de su modificación y actualización a la realidad social y política. Ahora bien, si algo en ella no es modificable es su propia esencia, que es la esencia de nuestra democracia.
Porque el elemento básico de nuestra Carta Magna es el hecho fundamental de que la soberanía, es decir la capacidad de modificar el sistema constitucional, reside únicamente en el pueblo español, y de que por tanto nadie fuera del pueblo español tiene derecho a decidir sobre las cuestiones esenciales de nuestra convivencia como la unidad de la nación o el sistema de gobierno parlamentario y representativo. Por tanto, ninguna comunidad autónoma, ni ningún grupo social o político puede asumir una :competencia, un derecho que es del conjunto del pueblo español, y ningún grupo asambleario o sindical puede pretender suplantar la competencia de las Cortes de España para aprobar las leyes. Porque estas, como dijo la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, son la manifestación de la voluntad general, y no existe ningún medio mejor para conocer esa voluntad general que las elecciones libres mediante sufragio universal.
No podemos pues dejar de celebrar que desde 1978 nuestra Constitución ha sido el instrumento fundamental para asegurar un proyecto en común, un proyecto de futuro en paz y convivencia que debemos defender frente a quienes anteponen su intransigente nacionalismo identitario e insolidario, y frente a quienes, mediante huelgas o algaradas pretenden apropiarse sin título alguno para ello de una representación que el pueblo español, otorga en elecciones libres a los grupos y personas que considera pueden gestionar mejor su destino. Nuestra Constitución, por tanto , es la garantía de concordia, de solidaridad, de libertad , de orden , de progreso y de paz. Por eso en este 34 aniversario animamos a todos a defenderla y celebrarla, y por supuesto también a exigir el pleno cumplimiento de los derechos y garantías en ella reconocidos, porque aplicarla en toda su extensión, actualizarla y mejorarla es la mejor manera de defenderla.
Lo de elegir el ejemplar de la Constitución con el «aguilucho» (Águila de San Juan) franquista para ilustrar este artículo de opinión… ¿es casualidad o muestra las simpatías de parte del PP local?
Aplicarla en toda su extensión debe recoger el derecho a la vivienda y al trabajo.
Actualizarla es lo que hicieron PP y PSOE en una semana sin contar con nadie.
Da la impresión de un matrimonio en uno no le deja, por las buenas, separarse al otro.
Yo entendía que la Constitución da preferencia para reinar a los hombre por delante de las mujeres.
¿Qué clase de broma es esta? ¿Pero todavía se creen que nos pueden dar lecciones de democracia esta chusma? Y más, citando esta mierda de constitución fascista…
¿Por qué defender nuestra actual Constitución es una broma? ¿Por qué es una «mierda de consititución fascista»?
Si no se explica mejor, la más benevolente conclusión que un lector normal puede sacar de sus afirmaciones es que si hay algún fascista y antidemócrata en este foro es precisamente usted.
Está claro: el PSOE y el PP, juntos, no tienen el apoyo de ninguna mayoría, por eso necesitan de estas leyes y artimañas para que el chiringuito no se les desmonte. Necesitan un Rey, superior a todos los seres españoles, que haga de ‘figura transicional’ entre un estado fascista reconocido (anterior), y un estado fascista escondido (actual).
Necesitan unidad bajo la presión militar de las fuerzas armadas, como defiende la constitución.
Necesitan alardear que la constitución otorga mismas libertades y derechos (como el de vivienda, trabajo, y pensamiento… aunque luego no puedas acceder al trabajo para comprar una vivienda, y tus penasmientos se vuelvan contra la oligarquía que domina, convirtiéndote así en un «rojo-terrorista» que come niños).
Necesitan de una carta que la gente ‘eligió’ engañada: …o dictadura militar, …o democracia con Rey y bipartidismo (monopartidismo); era lógico que la masa, ansiando libertad, autonomía y poder, votase lo primero que parecía más ‘cool’, más democrático…a priori.
Hace 40 años de esta desfasada y anacrónica constitución, pactada por las fuerzas dominantes entonces (iglesia, estado y militares)…y se niegan a tocarla… ESTÁ CLARO QUE ES UN INTENTO DE PROTEGER EL ‘FASCIO DI COMBATE’ ESPAÑOL (con su paquete de bancos e iglesia). No es nada nuevo que el PP o el PSOE la defiendan a ultranza.Si hiciesen lo mismo con los derechos humanos…
1. El PSOE y el PP, juntos, les votan y han votado desde el 78, más del 80% de TODOS los españoles.
2. La Constitución será «una artimaña» para usted, criterio que la inmensa mayoría de españoles, incluído yo, no comparten.
3. Si dice que el Estado actual es fascista, es evidente que, ni sabe qué es fascismo, ni sabe qué es democracia.
4. Los militares, según La Constitución, están al servicio del Pueblo y bajo el mandato directo del Gobierno (igual que si lee detenidamente la Constitución lo está El Rey)
5. La Constitución garantiza todos los derechos y libertadas recogidos en la Declaración de los Derechos Humanos. Otra cosa es que no seamos lo suficientemente conscientes como ciudadanos para exigirlos. Los pensamientos pueden estar contra las injusticias, como es mi caso, y no por eso ser «rojo terrorista» que se coma a nadie.
6. No es democrático (a mi modo de ver) que nadie se convierta en Jesucristo Redentor y afirme que la gente «eligió engañada». El Pueblo eligió y nadie le puso una pistola en el pecho para que lo hiciera, es su responsabilidad. ¿O acaso piensa que el Pueblo continuará siendo nemor de edad hasta que no piense como usted?
7. Seguro que necesita cambios y reformas (que seguro que los que yo pida no serán los que usted desea, pero ambos tenemos el mismo derecho ¿o no?) pero de ahí a decir que «ESTÁ CLARO QUE ES UN INTENTO DE PROTEGER EL FASCIO DI COMBATE ESPAÑOL» es una boutade como mínimo (por no calificarlo más agriamente).
Si usted, y yo, y TODOS, hiciésemos un mayor esfuerzo por asumir nuestras responsabilidades ciudadanas y demandar principalmente respetar y exigir que se cumpla La Constitución… las «cosas» no estarían como están.
Juan, solamente leyendo tu punto número 1, donde afirmas que al PPSOE lo vota el 80% de la población, te desacredita en todo tu discurso, y hace que gente que conocemos la Ley D’Hondt y demás artimañas ‘transitorias’ dejemos automáticamente de leer las demás sandeces. No defiendas tanto un sistema que no cuenta a cada persona como 1 voto… Si sacas cuentas, verás cómo nunca tendría mayoría absoluta el PPSOE.
Ánimo, campeón.
La Constitución del 78 está respaldada por el 59 % del censo electoral de entonces. No recuerdo bien pero creo que el voto se podía ejercer a los 21 años, lo que no creo que influyera demasiado en el resultado. Ciertamente las opciones eran o Constitución o caos. Los ruidos de sables eran contínuos y algún cpítulo de la carta magna se escribió en los cuarteles y llegó en sobre cerrado al Congreso que lo aprobó sin discusiónes. Un repaso a la hemeroteca nos dará una idea de cual era el ambiente en las calles: sindicalistas, miembros de partidos, manifestantes en general caían en defensa o en reivindicación de derechos tan simples como un convenio laboral. La Constitución se vendió como la panacea que iba a solucionar casi todos los problemas, o al menos, los de convivencia y legalidad.
La amenaza golpista que tuvo varios intentos antes del 23-F seguramente también influyó en el voto. De todas maneras era muy difícil para grupos minoritarios recién legalizados plantar cara a la práctica totalidad de las fuerzas del orden…capitalista.
Yo estaba entonces en uno de esos grupos descontentos con la Constitución y sigo estando descontento. El ejército, además de obedecer al gobierno, es el garante de la unidad territorial…si se habla de Euskadi o Cataluña. Si se habla de otros territorios como las colonias africanas o el Sahara, la españolidad de las cuales era tan indiscutible como la de Toledo, el ejército no garantiza nada. De hecho, en los últimos doscientos años solo ha ganado una guerra, ya sabéis cual.
La Monarquía se nos colaba de matute en la Constitución. Es difícil entender que aquella generación nos hipotecara para la eternidad (siendo la mayoría de España republicana), ya que la monarquía es constitucional y por lo tanto intocable, dicen que para siempre.
Más aún. Se ha vinculado democracia y constitución en un ejercicio de cinismo e hipocresía de difícil superación. Democracia es el respeto a la voluntad popular, viva, dinámica, cambiante y a veces caprichosa. La constitución es rígida, pétrea, incambiable, inamovible…y como vemos asíduamente, arma arrojadiza contra los adversarios políticos y los ciudadanos descontentos.
No obstante, es excesivo vincularla con el fascismo. Cierto que surgió del equilibrio entre los socialdemócratas y los reformadores del Movimiento, cierto que treinta y cuatro años después empieza a oler y le aprietan las costuras a esta nueva sociedad. Pero el fascismo es otra cosa. Aquí tenemos una derecha carpetovetónica, unos empresarios que eligen a Diaz Ferrán de presidente, un duque de Palma que para qué, un Rey que pide perdón en un pasillo del hospital, unos partidos que no acaban de explicar cuales son las medidas que han tomado contra la corrupción en sus filas quizá para no quedarse sin filas.
Pero quienes vivieron (vivimos) el fascismo podemos afirmar que era muy diferente a esto, aunque esto no acabe de gustarnos.
87,78 por 100 de votantes que representaba el 58,97 por 100 del censo electoral
suscribo el comentario de J. Villora al 100%. Aparte de que lo que dices es verdad, lo expresas con una claridad meridiana.
¡buen debate!
Para Silvia:
Aplicar los resultados de una votación a representantes de la soberanía popular no es tan sencillo,como parece que das a entender, por los factores que en ello influyen, desde el territorial hasta el demográfico. Y las fórmulas que se aplican en diversas democracias solventes son bastantes: segunda vuelta, por mayoría simple… y también Ley D´Hondt (que por cierto, en todos ellos incluido éste, cada persona es un voto, así que no debes conocer muy bien la Ley D´Hondt) y todas tienen sus ventajas e inconvenientes. Si te las conocieras es probable que no opinaras con tanta ligereza.
No estoy defendiendo la Ley D´hondt pero es la norma que aquí rige DEMOCRÁTICAMENTE porque así lo decidió la Soberanía Popular, que a su vez fue elegida por el PUEBLO, y aplicándola no es que siempre hayan superado el 80% de esta representatividad la suma de PSOE-PP sino que en algunas legislaturas han superado el 90%. Esto son datos que tienes a tu alcance, no opiniones. Claro que si tu planteamiento es que quienes no practicamos tu particular «despotismo ilustrado» y vemos las cosas como tú y sacamos las cuentas como tú, estamos de antemano “desacreditados”, eso ya es otra cosa.
Ánimo, ilustrada.
La suma de votos del PP y PSOE ha superado en dos ocasiones el 80 %.
En 2004 que fue del 80,30 % y en 2008 del 83,81 %.
En el resto de elecciones ha rondado el 70 %
Ya la tenemos con la SIMPLE teoría matemática de la suma de votos adaptada a COMPLEJA realidad social, teritorial y demográfica.¿Tan difil es comprender que las Matemáticas pueden ser una ayuda pero no una ciencia política? Cuando nos interesa somos matemáticos y cuando no políticos. Esto es desesperante.
1. La soberanía popular es el Parlamento y siempre estos partidos han sumado más del 80%. Ha superado el 90% en el 82 y 2008, y rapado el 90% en el 86, 93, 2000 y 2004.
2. El reparto o asignación de escaños es la que es, según Ley «suficientemente promulgada». Que nos parece desproporcionada, cambíemosla, pero no puede ser obviada. ¿Sería más equitatuiva la representatividad parlamentaria aplicando la ley de mayoría simple como en Gran Bretaña; o la de segunda vuelta, como en Francia? Pues igual no. ¿La de proporcionalidad directa?: y qué hacemos por ejemplo, cuando un electo en Madrid necesita siete veces más votos que para ser elegido por Soria?
Razonemos un poco, por favor, y no dejemos que nuestras ideoligías nos impidan analizar los asuntos con la mayor objetividad posible.
A J. Villora:
La Constitución la votaron el 67% y se abstuvo el 33%. Abstenerse es igual a asumir el resultado que decida la mayoría y no contra. Así pues, la Constitución fue refrendada por el 88,54% de los votantes y No aprobada por el 7,89%. Decir sin más que solo fue votada por el “58,97% del censo electoral” (que ya sería mayoría absoluta) suena a verdad relativa, excusas de perdedor que se resiste a aceptar la realidad.
La Constitución fue resultado de muchísimos estudios, discusiones y trabajos de eminentes profesionales en la materia conocidos como Padres de la Constitución, de suficiente diversidad ideológica. Esfuerzos que precisaron los consensos de todos los partidos políticos, incluido el Partido Comunista de España. Que se escribiera en los cuarteles y llegase en «sobre cerrado al Congreso» es una burda mentira -a menos que se demuestre- más bien producto de prejuicios ideológicos.
El ambiente social de aquel entonces era el que era: una izquierda comprensible y responsable y otra desbocada; una derecha muy consciente de su función histórica del momento y otra recalcitrante. Era inevitable que hubieran tensiones y tales influyeran en las decisiones del conjunto social, ahora, de ahí a hacer un totum revolutum y minimizar la importancia, trascendencia y resultados positivos de lo que vino a denominarse la Transición cuya base y soporte jurídico es la Constitución, es tergiversar la Historia y contarla sesgadamente.
Es superficial y poco serio afirma que “se vendiera” como panacea de todos los males, y en su articulado y en su espíritu vienen recogidas suficientemente las normas y principios para la convivencia de los españoles, la legalidad, la solidaridad y justicia para los comportamientos sociales. Otra cosa distinta es que los políticos de todos los signos pero sobre todo de la izquierda, los pervirtieran a lo largo de estos 34 años.
El Ejército es garante de la unidad de España pero querer “vender” que HOY, el Ejército actúa sin orden expresa del Gobierno es querer asustar al Pueblo por prejuicio o resentimiento.
De los intentos golpistas sería prolijo aquí referirlos porque hubo de todos los signos. Todos fueron sofocados por el Pueblo, así pues que nadie y menos ningún partido pretenda ni culpar a otros ni ponerse medallas. Ya hay estudios serios publicados al respecto para no tener que hablar por bocas de gansos que complacen nuestros oídos evitándonos analizar racionalmente los acontecimientos ocurridos.
Hablar de Monarquía o República para mí es una pérdida de tiempo. ¿Quién seriamente puede afirmar que España es republicana? Hasta cuando se implantó nuestra Segunda República fueron más los votantes monárquicos que los republicanos. Pero, repito, tema baladí para trasnochados decimonónicos.
Cinismo es mentira intencionada y consciente con objetivo de confundir si no engañar a los ciudadanos pensando que son tontos. Cualquiera que se preocupe mínimamente sobre estos temas sabe que Democracia es el imperio de las leyes que emanando de una Constitución suficientemente refrendada son aprobadas por la Soberanía Popular que es el Parlamento. ¿Y qué es esto sino el respeto a la voluntad popular? «La Constitución ha de ser viva y cambiante”: ¿Viva? Dependerá de las responsabilidades que cada uno asumamos como ciudadano. ¿Cambiante? Pues claro, Ella misma lo afirma y marca los pasos a seguir a tal fin. ¿Y hasta caprichosa? Esto suena a “poesía” y, la verdad, no me cuadra. ¿Normas básicas caprichosas? ¿Estamos hablando en serio o estamos de cachondeo? Es otra perversidad “lírica” afirmar que tenemos una Constitución “pétrea, incambiable” y demás chorradas. Todo lo contrario, aunque para ello, se precise sentido común, prudencia y sobre todo consenso porque la Constitución es la base en la que se fundamentan todas las leyes y sus cambios pueden y de hecho afectan a gran parte del sistema legal, y ello afecta más de lo que pensamos la normal correlación y convivencia social. Y si esto no se comprende, pues, ¿qué voy a hacer? Tendré que pagar las consecuencias de los irresponsables “caprichosos” si éstos son mayoría, Dios no lo quiera.
La corrupción: sin comentarios, solo que si los mandatarios de la derecha lo son, los de la izquierda (los que dicen defender al pobre) aún lo son más porque al pecado de lo que roban habrá que añadir la traición a su ideal y la desfachatez de robarle a quien dicen defender.
Sin lugar a dudas la actual Constitución precisa de una revisión y acoplamiento pero sobre todo que se cumpla y acate.
Dije que se vendió como panacea de todos los males y así fue. De hecho, el titulo del artículo que da pie a este debate le adjudica, ni más ni menos, que la garantía del futuro. Debemos entender que sin ella (la Constitución) no estaría garantizado éste (el futuro). Usted mismo afirma que «en su articulado y en su espíritu vienen recogidas suficientemente las normas y principios para la convivencia de los españoles, la legalidad, la solidaridad y justicia para los comportamientos sociales».
Pero es que estas virtudes son atribuibles a la mayoría de textos de carácter similar. Incluso las Leyes y Principios Fundamentales del Movimiento decían asegurar los derechos básicos de la persona. Pero si una ley, aunque se le llame Ley de Leyes, no puede hacerse efectiva en los tribunales, es papel mojado, al menos una parte de ella.
Y así podríamos enumerar los grandilocuentes derechos recogidos en la Constitución como vivienda, sanidad gratuita y educación, junto a otros.
Mención aparte merecería el hecho de que fuera aprobada en referéndum, con más o menos abstenciones, que usted arrima a su molino. Si el refrendo popular otorga la máxima vitola de legitimidad a una ley, resulta paradógico que la refrendada Constitución del 78 prohiba taxativamente los refrendos vinculantes de ámbito nacional en su artículo 92.
A poesía suenan algunos artículos de la Constitución, por ejemplo el Artículo 128, cuando dice en su punto 1. «Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.»
Acaba usted usando el «y tú más» tan usado ante la falta de argumentos y buscando el mal de muchos…y pone la guinda dando a entender que la derecha no dice defender a quien si dice defender la izquierda, lo que agranda su culpa. Se desprende de su última afirmación que la derecha defiende a unos y la izquierda a otros, con lo que la Constitución de todos pasa a ser de unos pocos.
Por seguir un orden y no liarnos: Abstenciones.- Cuando un grupo tomar una decisión colectiva, los que votan SI están de acuerdo con la propuesta; los que votan NO, no lo están. Y los que se abstienen a sabiendas de que se impondrá la decisión mayoritaria, ¿será lo más lógico y racional interpretar que están de acuerdo con la decisión mayoritaria? De lo contrario se manifestarían, digo yo. Así que, yo no tengo “molino” como parecen tenerlo otros.
Lo de ambientes sociales y sobre el “coco” del Ejército, sus sobres cerrados, tramas golpistas y demás afirmaciones propias de barra de un bar, al parecer ya las tiene aclaradas. Me alegro.
La venta como panacea y las Garantías constitucionales.- 1). Garantías constitucionales son los derechos que la Constitución establece para los ciudadanos. ¿Tengo derecho a la propiedad privada e individual de una vivienda, a elegir mi Educación o Sanidad, a expresar libremente lo que pienso, etc.? En España SI. En Cuba o en China, por ejemplo, NO. El Estado garantiza el derecho pero el hecho depende de muchas circunstancias. Y efectivamente, los derechos constitucionales son atribuibles a TODAS LAS CONSTITUCIONES DE PAÍSES DEMOCRÁTICOS pero no a los que no lo son como por ejemplo, los dos citados. 2). Sí tiene parte de razón en lo de “hacerla efectiva en los Tribunales”. Pero no es que “no se pueda”, es que –ya lo decía anteriormente-nuestros políticos la han pervertido y los ciudadanos (que somos pocos) lo hemos consentido. 3). Pero…¿ha leído los Principios Fundamentales del Movimiento?, ¿seguro? En ese caso no los ha comparado con la Constitución. Se habría ahorrado semejante majadería.
Otros temas que añade para liarlo todo más y confundir:
Ar. 92 de la Constitución. Pero… por qué dice tamaña verdad a medias. Ah, claro, es que usted quiere que el resultado sea “vinculante” y cree que si no complace al Gobierno convocante pues, eso, no hace caso. ¿De veras cree eso, o es que está pensando en Cataluña?
El 128. Correctísimo, y más si lo lee completo. ¿Acaso no se cumple? Ah, claro, lo que quiere es nacionalizar, estatalizar. Diga que no quiere “unos ciudadanos con Estado” y prefiere un “Estado sin ciudadanos” que será justo y santo, o sea, un fascismo pero con economía planificada y nos evitamos esta polémica. A propósito, ¿no le parece que eso ya fracasó?
Yo no acabo diciendo lo que usted dice que digo. Acabo solicitando de TODOS que se cumpla y que se acate la Constitución. Y su conclusión sobre mi reflexión acerca de la corrupción, qué quiere que le diga: o me expreso mal (seguramente) o usted no sabe leer.
Juan i companyia: que vos sentiu espanyols no significa que hageu d’estar defensant una constitució que hui no representa ni a un quart dels 40 i pico milions de ciutadans espanyols, perquè ni l’hem votada ni representa els temps actuals (que és on vivim ara, i no fa 40 anys). Seguir defensant-la, és voler continuar amb el franquisme que aquella constitució va perdonar, camuflar i integrar. Mireu a vore què passa si a Alemanya o Itàlia es recorda el nazisme o el feixisme… i mireu què passa ací quan diàriament és recordat Franco i la seua dictadura militar, i no és il·legal que sone el Cara al Sol, ni que la gent vaja amb banderetes del pollastre.
Però clar, aneu de persones democràtiques i legals per defensar la constitució, quan alhora negueu el dret a que les noves generacions l’acoplem a hui per sentir-nos representats… una constitució que hui, tots sabem que no va servir per donar cap llibertat a ningú, sinó per perpetuar allò que vos agradava als que encara la defenseu: el feixisme espanyol.
Son tantas las sandeces expuestas que -¿sabe?- no merece la pena ni contestarle. Pero como insulta haciendo juicios políticos sobre los demás, le diré que solamente hay que tener una mera idea de lo que es un régimen democrático y conocer un poco nuestra historia reciente para contrastándolo con lo que usted manifiesta deducir sin posibilidad de error que si alguien es un fascista o totalitario (franquista o pinochetista o castrista o maosetunista) es usted.
P/d.- Algunos ejemplos sobre refrendo de constituciones después de la Segunda Guerra Mundial: Alemania, 1949; Italia, 1948; Dinamarca, 1953; Francia, 1958. Otros: Estados Unidos 1791; Luxemburgo, 1868; Bélgica 1831 etc. Lo puede comprobar por Internet
Se equivoca en su valoración de la abstención. Se podía elegir en el 78 la vuelta al franquismo que eligieron algunos grupos de derechas (y algún grupo de izquierdas)y la marcha a una democracia burguesa, heredera del franquismo en demasiados aspectos. Supongamos que yo no comulgo con el franquismo, y no voy a votar NO para seguir en el pasado. Pero no estoy tampoco de acuerdo con la monarquía (oximoron flagrante cuando el jefe de un estado que se dice democrático no es votado democráticamente nunca jamás) ni con otras partes del articulado, como la pena de muerte en caso de guerra y algunas más.
La filosofía del mal menor que aplicó una parte importante de las fuerzas políticas y de los ciudadanos queda lejos del concepto que usted parece promulgar de «ciudadano».
Lo que estamos hoy recogiendo se sembró en la Transición. A los ciudadanos se les lanzó el mensaje de que ya no hacía falta movilizarse, que la izquierda ya era legal. A la derecha se le tranquilizó diciéndole que todo seguiría igual y nadie iba a investigar el pasado, que la Ley de Punto Final iba en el lote. A los políticos se les dijo que tendrían impunidad absoluta…
Si no se dijo, se dio a entender cuando sí se afirmó que España era el país donde más fácilmente se podía alguien hacer rico.
Lo que hoy tenemos es en buena parte resultado de como se hicieron las cosas. El desánimo, la apatía y la falta de perspectiva nos van a pasar factura durante mucho tiempo.
Quizá la conclusión más certera y resumida la expresó en el parlamento una diputada de apellido Fabra, cuando dijo a las víctimas de esta situación «Que se jodan». Si esta persona sigue ocupando su cargo después de lo que dijo, va a ser que tiene razón.
Seamos serios, hombre: en el 78 solo había dos salidas: Transición o Ruptura, no la vuelta al franquismo. Que algunos preferían la Ruptura, pues menos mal que no se salieron con la suya. Me equivoco en la valoración de la abstención como se equivoca usted. Ambos interpretamos, y su lógica no es mejor que la mía: Cuando uno vota SI –pienso- generalmente no está de acuerdo con toda, sino con la mayoría de la propuesta. Si estoy, como dicen los franceses, “come si come ça” me sujeto al criterio mayoritario y me abstengo. Y lo que denomina “filosofía del mal menor” en todo caso, la asumieron una mínima parte de las fuerzas políticas. Otra, mucho más mínima aún, votó NO. Lamento decirle que, exceptuando el nacionalismo vasco y las extremas izquierdas y derechas, sintieron comulgar con mi concepto de “ciudadano”. Parece que nuestras diferencias en este tema están en que usted sí comulga con los antes citados y yo no, y por ello le parecen “UNA PARTE IMPORTANTE de las fuerzas políticas y de los ciudadanos” cuando en realidad fueron minoría minoritaria como reflejaron las urnas.
Efectivamente la Transición fue una bendita salida del franquismo hacia una democracia burguesa, posible sin grandes traumas ni revanchismos porque el “denostado” régimen fue capaz de crear en España una clase media suficientemente fuerte como para hacerlo posible y exigir a las fuerzas políticas, incluido el PCE, que acatasen sus deseos de paz y prosperidad en libertad. Al efecto, solo tiene que repasar en las hemerotecas las declaraciones de los principales líderes políticos, incluido el Sr. Carrillos. En la Transición se sembró democracia burguesa sin revanchismos. De las prédicas de los partidos políticos y sus efectos no son responsables ni la Constitución ni sus leyes sino los mensajeros y quienes los creyeron, los dos. (Como al parecer comulga con la manipulación del ciudadano presumo que le resultará difícil comulgar con este principio). Lo que hoy estamos recogiendo es en buena parte el resultado de una izquierda española anclada en el 33, incapaz de la autocrítica y adaptación a los nuevos tiempos; y un más que nefasto gobierno de ZP que nos ha llevado a la ruina total de la clase media, a las rupturas social y territorial. También “al desánimo, la apatía y la falta de perspectiva.. etc”: en esto, al 100% de acuerdo. “Lo que hoy tenemos” no es el resultado de “cómo se hicieron las cosas” sino de “cómo HICIMOS las cosas” porque, como dije, aún son demasiados los que prefieren un Estado sin ciudadanos a unos ciudadanos con Estado. Así que, aunque no sé a qué se refiere con lo de la tal Fabra, mientas seamos estatalitas, a joderse tocan.
Dije: «La filosofía del mal menor que aplicó una parte importante de las fuerzas políticas y de los ciudadanos queda lejos del concepto que usted parece promulgar de “ciudadano”. Obviamente, cuando digo mal menor me refiero a la posición favorable a la Constitución. De las dos alternativas que entiendo se daban, creo que era la menos mala.
Cuando digo una parte importante de las fuerzas políticas y los ciudadanos, hablo de mayoría-dentro de los que votaron-clara y contundente favorable al sí.
Cuando digo que «queda lejos del concepto que usted parece promulgar de “ciudadano”» entiendo que su concepto de ciudadano es una persona activa, crítica, participativa y con opinión propia. No creo que esa haya sido la actitud general de la ciudadanía y menos aún de los políticos.
En cuanto a las consecuencias del gobiernos de Zapatero y la izquierda, me alegro de discrepar. Sería ocioso destinar tiempo al debate ideológico de la izquierda (del 33!!)y dejar sin papel en esta obra al empresariado, tan fielmente representado por Díaz Ferrán y a la banca, tan autogenerosamente representada por Bankia y otros.
Mi opinión sobre la abstención (no sumarla a la mayoría ni a la minoría)no pretende quitarle la representación a ninguna opción, pero creo que es la más correcta. Siguiendo el criterio de sumar la abstención a la opción mayoritaria nos encontraríamos, en las últimas elecciones vascas con que al resultado del PNV (34,61% de los votantes) habríamos de sumar la abstención (36,04%). Solo nos faltaría sumar los votos de EH BILDU (25%)para tener una foto falsamente mayoritaria de una alternativa del País Vasco. Otro tanto ocurre con la abstención en Catalunya; si estas últimas elecciones ha sido del 30%, en las anteriores de 2010 habrían formado gobierno, con un 41%.
“Filosofía del mal menor”. Ya se lo he dicho: “Cuando uno vota SI -pienso- generalmente no está de acuerdo con toda, sino con la mayoría de la propuesta”, y esos fueron el 88,54% de los votantes. No es honesto, pues, emplear tal “filosofía” para minusvalorar el resultado.
“Una parte importante de las fuerzas políticas”. La Política es sobre todo (en mi modesta opinión) arte de lo posible y no ideología pura porque de ser solo esto último, no sería posible la democracia, lo único posible serían los totalitarismos, de uno u otro signo.
Mi concepto de ciudadano lo entiende usted bastante bien, lo que parece no entender es que no todos (ni mucho menos, desgraciadamente) adoptamos tales actitudes pero ello no es óbice para que seamos portadores de los derechos que el ser ciudadanos nos confieren ni que nadie, porque no los ejerzamos, pretenda usurpárnoslos, que es lo que usted –pienso que no maliciosamente- parece pretender al minusvalorar su voto.
Su “opinión sobre la abstención”. Vuelve a tergiversar lo que digo: yo no la sumo ni la resto a nada, pero usted que dice “no quitarle la representación a ninguna opción” en el caso que nos ocupa, sí lo hace, como si no fuera una opción democrática cuando lo es (abstenerse es, en suma, la decisión que libremente uno toma de que los demás elijan por mí) y por ello la usa para minusvalorar el resultado y luego me quiere liar como creo que ya apunté, mezclando política con matemáticas. Otra cosa sería que más del 50% del censo electoral se abstuviese (como casi pasa con el Estatuto Catalán) que, a mi modo de ver, habría que replantearse la propuesta votada.
Dejemos lo de la crisis y sus males, es un tema aparte ya habrá ocasión.
Constitución?, Constitución por aquí, Constitución por allá. ¿Es que nadie se ha dado cuenta que los que gobiernan o han gobernado no la aplican cómo es debido?,¿que la utilizan a su albedrio?. Cuando les interesa !Constitución!. Y cuando no les interesa !Nopasanada!. ¿Nadie se da cuenta de esto?. Efectivamente que se ha quedado obsoleta, aparte de interpretarla cada gobernante como le viene en gana. En el 78 se suscribió una Constitución a medida de los políticos de aquellos momentos, unos apretando porque querían «democracia»(y libertinaje), y otros porque no querían que les marcaran como herederos de la dictadura de la que salíamos. El caso es que dicha Constitución se la hicieron a medida. La prueba es la casta política que tenemos que mantener hoy en dia. Por tanto aquella Constitución está totalmente desfasada, porque no guarda al débil, no protege al ciudadano. En cambio permite hacer al político todas las barbaridades que estamos viendo, sin castigarle, a la banca le permite engañar a los pensionistas y hacerles perder los ahorros de sus vidas así sin más, permite (la Constitución) que los sindicatos y sus lideres se lleven los millones a espuertas, que los ciudadanos tengamos que cotizar durante 35 años para que el gobiernos nos de una miseria de pensión, mientras que los «políticos» con sólo 7 años de «haber servido a la Patria» tengan suficiente para jubilarse cobrando todavía más que cualquier trabajador. En fin pa qué más. Si, es hora de poner al dia esta Constitución para que de una vez proteja a los ciudadanos de España, en toda su amplitud y que la casta «política» que nos maladministra se vaya a freir pipas de barro o ha hacer puñetas. España lo que necesita son buenos administradores, honrados y con «vocación».
Lo dice usted, no yo: «La Política es sobre todo (en mi modesta opinión) arte de lo posible». Si lo que fue posible en el 78 sigue siendo lo posible en el 2013 y no hay manera de superarlo, hemos hecho un viaje para el que no hacía falta alforjas. Pero la política es, sobre todo, mucho más. Fundamentalmente porque lo posible solo lo es cuando ha sucedido. La historia de España, incluso la reciente, está repleta de hechos políticos que a muchísimas personas le parecían imposibles, pero la audacia, la voluntad, incluso la utopía los hicieron realidad. Entre estos hechos, algunos partidos y personas incluyen la Constitución. Hay quien piensa que era posible algo más…y hay quien piensa que es posible algo más.
Usted mismo se monta el sofisma. Lo posible en el 78 fue la transición de un régimen totalitario a una democracia burguesa que es precisamente (y siguendo su concepto de «posible») lo que ha sucedido.Si lo que, si mal no interpreto,es afirmar que no hubo cambio en el 78, será su «visión» de la realidad política pero no de cualquiera que compare sucintamente ésta con la anterior. Ergo, lo de que «no hay manera de superarlo» en 2013, tendrá que aclarar a qué se refiere,¿acaso pretende otro sistema que no sea la democracia burguesa?
No seré yo quien pretenda romper su romanticismo,también deseo creer en la utopía. Y también pienso, quiero y lucho para que lo conseguido se perfeccione y sea algo más eficiente en el gobierno de nuestra sociedad y creo que es posible. Pero eso dependerá de nuestro grado de conciencia ciudadana y respeto a la diversidad de pensamiento.