Como profesor y como padre, siempre he sido consciente de la necesidad de educar en valores y de aplicar el sentido común en la práctica educativa diaria, lo mismo que hacen las familias en sus casas, un sentido común basado en el principio de autoridad de los padres. Pero hoy parece que la derogación social de dos artículos del Código Civil (154 y 155) nos está creando tremendas confusiones para educar a nuestros hijos/as aplicando el sentido común. Unas confusiones que cada día influyen más en negativamente en la educación de nuestros hijos y que son más evidentes en la calle, ya que hace que a diario nos encontremos con actitudes tan poco edificantes como: la falta de respeto hacia los semejantes; la violencia verbal y física, un vandalismo que amenaza la seguridad vecinal o deteriora nuestro mobiliario urbano, o actitudes incívicas, que van desde los excrementos de perros por las calles, hasta ensuciar las paredes o el mobiliario con pintadas que embrutecen nuestras ciudades. Hechos impensables tan solo hace unos años. La pregunta sería… ¿es posible reconducir esta triste y negativa realidad social?.
Tenemos buenas escuelas e institutos, unos magníficos profesores/as y unos padres que quieren lo mejor para sus hijos, entonces ¿por qué se han derogado socialmente artículos del Código Civil que restan autoridad a los padres?, a caso se duda de ellos, ¿qué padre o madre normal buscaría el mal de su hijo/a?, ¿qué padre o madre normal tomaría una decisión consciente para perjudicar la educación de su hijo/a?, la respuesta lógica es… ninguno.
Sinceramente creo que hemos perdido los papeles, la Ley debe amparar al menor, pero lógica y razonablemente debe ayudar a que los padres y maestros puedan cumplir con el sagrado deber de educar a sus hijos/as ó alumnos/as, y ahora con la actual legislación lo tenemos muy difícil. Algo esencial está fallando. Urge cambiarlo.
NOTA: Los artículos del Código Civil (154-155) derogados socialmente, pero vigentes, en resumen vienen a decir que… “los hijos están bajo la potestad de los padres quienes actuarán siempre en su beneficio y … que los hijos deben obedecer a los padres y respetarles siempre”.