El Servicio de Urgencias del Hospital General Universitario de Elda ha iniciado un proyecto de Medicación Segura con el objetivo de minimizar los eventos adversos relacionados con la administración de medicamentos y mejorar, de este modo, la seguridad del paciente.
La jefa de Sección de Urgencias del Hospital de Elda, Mª Ángeles Carbonell, explica que “entendemos la seguridad como un componente fundamental para que un servicio pueda alcanzar niveles de calidad óptimos. Y sabemos que los servicios de urgencias son áreas con elevado riesgo de cometer errores en la medicación, debido al importante volumen de pacientes que atiende y a la presencia de profesionales de diverso grado. Al mismo tiempo, somos conscientes de que es imposible eliminar al 100% los eventos adversos, pero es nuestra obligación intentar minimizarlos. Por ello, hemos abordado un proyecto de Medicación Segura, con el que estamos buscando instrumentos que nos permitan disminuir el riesgo de eventos adversos. Y estamos seguros de que cambiando algunas características de las condiciones en las que trabajamos vamos a conseguir reducir este tipo de errores”.
El proyecto de Medicación Segura que el Servicio de Urgencias acaba de iniciar con la colaboración del Servicio de Farmacia se implantará durante los próximos meses y consta de cuatro fases diferenciadas que se irán abordando paulatinamente. En primer lugar, se ha creado un grupo de profesionales procedentes de los servicios de Urgencias y Farmacia, entre los que se encuentran Marisa Sánchez, jefa del Servicio de Farmacia; Carmina Hernández, farmacéutica del Hospital; Mª Ángeles Carbonell; jefa de Urgencias; Vicente Carrasco, supervisor de Urgencias, y Carmen Sánchez, enfermera de Urgencias, que están realizando una serie de reuniones encaminadas a la organización de la farmacia de Urgencias y a la identificación de medicamentos de alto riesgo, que se sitúan como las dos primeras fases de la iniciativa.
Respecto a la primera fase, Mª Ángeles Carbonell señala que “la organización de todos los fármacos es clave para disminuir el riesgo de error. Y nos va a permitir verificar el fármaco en el momento de la preparación y asegurar un correcto control de almacenaje, conservación y caducidad de los medicamentos. Para ello, vamos a organizar la farmacia de Urgencias con alertas farmacológicas, etiquetas de colores y símbolos que pongan en evidencia peligros potenciales de la medicación, como si es fotosensible, si no se puede dar por vía intramuscular o si hay que administrarlo diluido, además de realizar un listado con los fármacos disponibles. De este modo, pretendemos que a primera vista resulte mucho más fácil identificar un fármaco y, en consecuencia, sea menos probable cometer errores”.
Además, la doctora Carbonell recuerda que “la gran cantidad de nombres similares es una de las causas más comunes de errores en la medicación. Por ello, otra de las estrategias que estamos implantando para reducir estos riesgos es el uso de tamaños de letra diferente y utilizar mayúsculas y minúsculas para hacer énfasis en las diferencias de los nombres de los medicamentos”.
Por su parte, la segunda fase, que se va a llevar a cabo de forma conjunta con la primera, contempla la identificación de los medicamentos de alto riesgo, descritos como tal por el Institute Safe Medication Practices (ISMP), que habitualmente se utilizan en Urgencias. Es el caso de aquellos que presentan una alta probabilidad de producir eventos adversos cuando se utilizan de manera inadecuada.
Una vez que haya finalizado la ejecución de las dos primeras fases, se llevará a cabo la tercera y la cuarta, que contempla la administración segura de medicamentos en Urgencias, y la comprobación y actualización de tratamientos informáticos.
Asimismo, si el proyecto cumple las expectativas iniciales se valorará su puesta en marcha en Urgencias del Centro Sanitario Integrado de Villena, en otros servicios hospitalarios o en los Puntos de Atención Continuada del Departamento de Elda.