Una mujer de avanzada edad de Petrer fue víctima el pasado martes de una estafa relacionada con una revisión de butano. Los hechos ocurrieron en torno a las 16:30 horas, cuando dos individuos, un hombre y una mujer de mediana edad, se personaron en el domicilio de la señora, situado en la calle Elche, para efectuar una revisión de gas sin previo aviso que culminó con el cambio de varios accesorios de butano-un nuevo regulador, una goma y la llave de gas- y una factura de 217, 23 euros. Los empleados acreditaron trabajar en una empresa de gestión de gas de Elche y, según indicó la señora, la coaccionaron para que firmara el contrato y pagara los costes del servicio prestado, que la mujer acabó abonando.
Sin embargo, al considerar que podría tratarse de una estafa por el abusivo coste del servicio, avisó a su hija y ambas se personaron en la comisaría de la Policía Local para dar parte de los hechos. Tras ser asesorada, la mujer presentó una denuncia en la Policía Nacional por las supuestas coacciones efectuadas para la firma del contrato y el cobro del servicio y acudió posteriormente a la OMIC para dejar constancia del abuso en el cobro del trabajo, que casi cuadruplica el precio de ese tipo de servicios, según señalan los agentes. Una vez realizadas las gestiones oportunas, desde la OMIC informaron que la empresa no figura en el registro de industria, por lo que no está autorizada para ejercer la actividad, confirmando que se trataba de un delito de estafa y abriendo las oportunas investigaciones por la vía administrativa.
Con el fin de prevenir nuevos casos, desde la Unidad de Gestión de la Policía local de Petrer aconsejan, sobre todo a ancianos, no abrir la puerta a desconocidos: «Primero deben informarse de quién llama a su puerta, y ante la duda, deben avisar de inmediato a la policía con el fin de que podamos detener a los estafadores en el acto». Del mismo modo, desde la unidad señalan que las empresas de gas sólo acuden a los domicilios previo aviso del cliente, por lo que deben sospechar si se presentan presuntos revisores sin haber sido avisados con antelación. Además, confirman que el modus operandi de estas estafas incluye, como denunció la señora, la coacción: «Presionan a los ciudadanos, sobre todo a los de mayor edad que viven solos, advirtiéndoles de que si no acceden a la revisión, pueden incurrir en algún tipo de delito o ser multados. Los presionan y engañan con temas judiciales y además ejercen una presión dura que no les dejan margen de maniobra».
Sinvergüenzas, aquellos que se aprovechan de las personas mayores.