Tras la finalización de un acontecimiento destacado, como son las Fiestas de Moros y Cristianos, resulta necesaria una valoración por parte de los agentes que han participado en él o lo han hecho posible. Así, nos hemos reunido con Francisco Albert y con José Andrés Verdú, para que nos trasladen sus impresiones y juicios de valor acerca de las fiestas que acaban de llegar a su fin. De igual manera, la concejala de Fiestas no ha querido dejar pasar la oportunidad de transmitir en rueda de prensa su visión de los festejos de 2010.

José Andrés Verdú, “Jota”, presidente de la Unión de Festejos

José Andrés Verdú, “Jota”, el presidente de la Unión de Festejos, nos acerca sus impresiones sobre el desarrollo de las pasadas fiestas de Moros y Cristianos. Este año, de una forma especial, debido a que el tiempo y la lluvia las respetó hasta el último día y, este año, como el último sin fiesta el lunes, ya que en la próxima edición podremos disfrutar de ellas hasta el primer día de la semana por la tarde.

-¿Qué valoración haces de estas fiestas?

En general, la valoración es totalmente positiva, porque han tenido lugar con normalidad. El tiempo, a pesar de que nos pegó unos cuantos sustos, nos dejó realizar todos los actos sin que  la lluvia enturbiase el desarrollo de los mismos. Todos estamos satisfechos si las fiestas salen con normalidad y los festeros disfrutan ya que, al fin y al cabo, es lo que se pretende y por lo que trabajamos. Las fiestas son un tiempo en el que no nos importan las noticias de la televisión o periódicos y nos dedicamos a disfrutar de esa convivencia y de la facilidad de relacionarnos en un plano de igualdad.

-Tras dos legislaturas, eres el primer presidente en la historia de la Unión de Festejos que se mantiene tanto tiempo, ¿qué estimación haces de tu estancia? ¿Qué cosas han cambiado desde que entraste en la junta directiva?

No voy a entrar en valoraciones. Lo que sí que me llevo son muchos amigos, la amistad de muchos festeros y eso para mí lo vale todo. Durante estos 8 años, tanto la junta directiva como yo,  hemos hecho un esfuerzo personal importante para que las fiestas se desarrollen  de una forma satisfactoria y sin conflictos año tras año;
para que los festeros tengan esa posibilidad de disfrutar sin preocuparse de nada más que de estar con sus fiestas, con sus amigos, con su patrón y con su comparsa. Creo que es lo que se pretende, si en algún momento hemos conseguido cualquier circunstancia adicional que ha mejorado la fiesta o que nos ha permitido hacerla más fácil, ha sido esfuerzo de todos y en bien de la fiesta. Desde siempre todos los presidentes de la unión de festejos se han caracterizado por eso, han mirado por nuetra fiesta y que ésta vaya a más.

-Has sido un presidente con mucha personalidad y protagonista de muchos de los espacios de humor de los Moros y Cristianos, como hemos visto este año en la Ambaixada en Valencià y en el The Boñ, por ejemplo… ¿Con qué filosofía tomas estas referencias?

Este tipo de actividades me las tomo con una filosofía excelente, con esa capacidad que tenemos de reírnos de nosotros mismos; de quitar a las cosas que parecen importantes o insalvables esa carga de emoción y responsabilidad y hacer ver que la fiesta no depende de ese tipo de detalles. La fiesta es un todo en el que debemos ir todos juntos y, si en un momento dado tenemos que reírnos por las circunstancias que han acontecido o que nos han llevado a hacer cualquier acción que haya podido ser objeto de una burla o ironía, aceptarlo como tal porque, realmente, no tiene importancia.

-Hace tres años se propuso un gran paquete de cambios que finalmente no salieron. ¿Produjo aquello, como se ha dicho, una brecha entre los festeros o al menos mostró dos tendencias enfrentadas en el seno de la fiesta, entre los que perseguían y los que no querían los cambios? Después, aquellas modificaciones se han ido aprobando paulatinamente. ¿Podemos decir que se ha vuelto a la normalidad o que, al menos ahora, hay una voluntad claramente mayoritaria?

Yo creo que no hay ninguna brecha. Los festeros somos todos uno, que nos guste llegar y tener las entradas por la tarde o no, dependerá de los gustos de cada uno. Es muy difícil dar con una fórmula que agrupe todos los gustos. Está claro que los festeros disfrutan igualmente de la fiesta sea por la mañana o por la tarde. La fiesta es mucho más que horarios, mucho más que trajes, mucho más que esas circunstancias que se han ido añadiendo a la fiesta y que no son realmente lo que nos atrae.

A mí lo que me atrae de la fiesta es su capacidad para juntarnos y la capacidad de disfrutar de un tiempo en el que realmente los problemas se difuminan y pasamos a disfrutar de la amistad.  El hecho de estar orgullosos, de pertenecer a un grupo, a una comparsa, a una fila o, incluso,  pertenecer a un pueblo como Petrer. De este modo, nuestra imagen como municipio se proyecta al exterior y muestra lo que somos. Creo que esto es realmente fiesta y no tiene nada que ver con los horarios. A partir de ahí, tanto unos como otros, disfrutarán de la fiesta sea cuando sea. Lo que sí que está claro es que la fiesta tiene que ser algo dinámico, en movimiento y que no se estanque, que no sea autocomplaciente  y que esté buscando siempre el hacerse fácil para que los festeros puedan entrar o salir de ella sin ninguna dificultad.
Asimismo, considero que también es fiesta que el público pueda dedicarle el tiempo necesario para apoyar a los festeros. Eso depende en gran medida de los hábitos que en cada momento se tiene en la sociedad, y por lo tanto, esa facultad que tiene la fiesta no debemos perderla. A veces será cambiando las entradas, otras cambiando las guerrillas pero en cualquier caso todo ello demuestra que la fiesta está viva y que se va amoldando a  las circunstancias cambiantes de cada pueblo y de cada sociedad pero que, en el fondo, conserva sus tradiciones y sus modos de hacer fiestas que es lo importante.

Creo que no causó ninguna brecha, lo único que hizo fue hablar de fiesta, y algo bueno que sucedió fue que, a raíz de ahí,  surgió el hecho de cambiar la guerrilla al lunes por la mañana y tener fiesta el lunes por la tarde.  Esto es, poco a poco, algo que no depende de una presidencia o de una junta directiva, sino que son los festeros los que van a ir pidiendo esos pequeños cambios. La Unión de Festejos es la unidad civil más importante de Petrer en cuanto a número de festeros y antigüedad y se debe a lo que piensan sus festeros, debe dar acogida a su iniciativas y, por tanto, hacerlas votar y hacerlas valer y si la sociedad, en última instancia, decide que se haga algún cambio es ésta la que con libertad debe decidir.

-¿Cómo se hace para aglutinar, dirigir y coordinar tantas voluntades y opiniones, muchas de ellas muy emocionales?

Sabiendo que son emociones y sentimientos y que la fiesta no tiene una fórmula determinada, sino que hay que estar ahí. Luchamos para que el día a día sea interesante y atractivo y no dejemos, en ningún momento, a nadie sin cumplir sus objetivos. Ese sentimiento interior que quiere materializarse con los días de fiesta debe cumplirse. Eso es difícil y,  por eso, hay que tener una dedicación muy grande y exclusiva. A mí no me ha supuesto un gran esfuerzo porque estoy enganchado a la fiesta y porque realmente me gusta ese contacto humano, esa relación personal y me gusta cuidarla.

-¿Crees que hay que cambiar los estatutos festeros, por ser poco ágiles y operativos?

Eso debe de venir y se lo plantearán en su día. Hemos visto que los estatutos en sí no son los que no son ágiles o los que dificultan la evolución. Lo que dificulta el tema es el hecho de no cumplirlos. Soy un defensor, por ejemplo, de la figura de los compromisarios, pero también que éstos estén realmente comprometidos con su comparsa y que vivan el día a día de su comparsa. Por ello, los estatutos fijan que cada dos años se deben renovar, esa renovación es la que hay que llevar a efecto porque ésta es la que permite que en esas circunstancias entren personas que realmente estén involucradas y que vivan la fiesta y perciban cuáles son los sentimientos, en definitiva, de los festeros.

-¿Qué te hubiera gustado conseguir durante tu mandato y finalmente ha quedado en el tintero?

No tengo unas especiales ganas de haber sacado un proyecto adelante. Hay que estar para servir a la fiesta y  ésta en cada momento demanda unas circunstancias. El presidente debe ser suficientemente valiente y tener el suficiente interés para llevarlas adelante. El presidente se debe a los festeros y a la fiesta, pero no hay ningún objetivo que me haya marcado, hay que estar para que el día a día sea positivo y para que aquello que marquen los festeros y la fiesta se pueda llevar a cabo.

-¿Cómo imaginas el futuro de la Fiesta de Moros?

Considero el futuro muy bueno y esperanzador.  Estamos viendo que la fiesta se reinventa a sí misma cada vez de una forma más interesante. Estábamos viendo que la crisis parecía que iba a golpearla y, definitivamente, podemos afirmar que podemos estar todos en crisis pero la fiesta nunca lo estará. Es algo que en tiempos de crisis es cuando más nos hace falta porque nos aglutina, nos hace grupo y nos da identidad como pueblo. Y eso nos hace fuertes. Tenemos a nuestros amigos apoyándonos y haciendo que la fiesta se centre en la relación humana, en la amistad y no en gastarse más o menos dinero en trajes o cuartelillos; eso no es fiesta, ya que nos podemos divertir de igual forma sin tener nada de eso. En el fondo,  yo encuentro que la fiesta está tan arraigada y la llevamos tan dentro de nosotros que la evolución futura, con seguridad, será positiva.

Francisco Albert Ricote, director del pasodoble Petrel

Francisco Albert fue, junto con la comparsa Berberiscos, el primer compositor de música festera de Petrer. Tras 20 años dedicándose profesionalmente a la creación de partituras, haber dirigido este año el Pasodoble Petrer ha sido, como él mismo reconoce, el reconocimiento que siempre había esperado.

-¿Qué sintió cuando dirigía el pasodoble Petrel ante miles de vecinos y festeros?

Lo cierto es que sentí muchísima emoción, ya que es totalmente distinto a como me lo podía imaginar. Cuando estás subido encima del Castillo todo es mucho más grande de lo que creías. Ya no es un simple pasodoble, sino que es el himno de un pueblo, que todo el mundo conoce, lo canta, lo baila, lo siente, lo vive… Incluso los músicos que no son de Petrer lo sienten igual que las dos bandas del pueblo, como algo especial. No obstante, no es un trabajo fácil, como muchos puedan pensar. Es importante mantener un pulso en el ritmo adecuado y en un momento como el himno de Petrer no es una tarea sencilla.

-¿Tenía ilusión por estar algún día ahí, en el Castillo de la Plaça de Baix, batuta en mano?
Tenía mucha ilusión y, por supuesto, también lo había pensado, ya que lo he hecho en alguna otra población. Pero, como siempre, esperas que tu propio pueblo reconozca, de una forma así, los 50 años que llevas trabajando profesionalmente en la música.

-Usted es especialista en guitarra clásica… ¿Qué opinión le merece la música festera? ¿Qué valoración hace del concierto de Música Festera de este año a cargo del Terròs?
La música me merece una opinión de respeto y de admiración. De hecho, en los 90, más o menos, compuse la primera marcha mora de la población para los moros Berberiscos de Petrer. A partir de ese momento me empezaron a salir ofertas de composiciones, no sólo para las filas y comparsas de aquí, sino también de Elda y otras poblaciones.
En cuanto al concierto de música festera no pude asistir porque tenía un compromiso profesional, pero he oído que estuvo muy bien y que la coordinación que estuvo a cargo de Eliseu García fue extraordinaria.

-¿Qué sería de las Fiestas sin música?
Para ser concisos la Fiesta sin música sería, por así decirlo, como una película sin banda sonora, le faltaría algo y no tendría mucho sentido.

-Como festero, ¿le gustaría ver algún cambio en la Fiesta?

Nunca he sido festero de salir en una fila y demás, pero he vivido la fiesta desde la perspectiva de músico, ya que estuve 15 años tocando la trompeta en la banda. No obstante, no creo que sea necesario ningún cambio. En Petrer se hace todo muy controlado, las filas salen bien uniformadas, etc. Todo esto llevado desde una forma muy tradicional, por lo tanto, difícil de cambiar.

Reme Amat, concejala de Fiestas

Por su parte, la concejala de Fiestas, Reme Amat, ha valorado positivamente el transcurso de las fiestas, resaltando “la majestuosidad y el color en todos los actos. La presencia de festeros y visitantes ha sido muy nutrida durante todos estos días y gracias a los cuerpos de seguridad no se ha producido ningún incidente grave, por lo que todo ha transcurrido con total normalidad”. Además, la edil ha informado de que cientos de personas han pasado por la Oficina de Turismo, tanto de forma individual como colectiva para contratar packs festeros, firmar en el libro de visitas, apuntarse a las visitas guiadas al Castillo y casco histórico, entre otras. En concreto, 60 personas se apuntaron a visitar el Castillo y las casas cueva y 49 contrataron el paquete festero, que incluía silla para ver la entrada cristiana y buffet libre en un restaurante de la localidad a un módico precio.

La edil ha agradecido a la Unión de Festejos y su junta directiva, así como a los 10 presidentes de comparsas “unos actos que han brillado con luz propia”. El numeroso público que los ha presenciado ha quedado maravillado y ha disfrutado en todo momento”.

Respecto a los datos de la Oficina de Turismo, la concejala ha informado que los visitantes durante las fiestas han sido de lo más variados. Extranjeros de países como Francia, Italia, Inglaterra o Bélgica; nacionales como catalanes, vascos, madrileños, manchegos o murcianos, así como de otras localidades de la Comunitat y la Comarca.