Los socialistas de la provincia de Alicante, a través de su secretario de educación, Gaspar Lloret, ante el incremento de los problemas en los centros educativos de la provincia por la importante ola de calor que está impidiendo que se den clases en muchas de ellos, y que está generando protestas en la puertas de diversos ayuntamientos, ha valorado que “Catalá ha convertido un problema puntual en un conflicto educativo”.

Para Lloret, la consellera de educación ha dado muestras de una gran falta de “diligencia y de responsabilidad” en la gestión del problema generado en muchos centros educativos por las altas temperaturas. “Se vio el día tres que la consellera no tuvo previsión cuando tomó la decisión de adelantar el inicio del curso, y nueve días después demuestra que no tiene sentido común”, sostiene.

Y es que desde el PSPV-PSOE, como así declaró el pasado miércoles el secretario general de los socialistas de la provincia, David Cerdán, se propuso que desde la propia Conselleria se suspendieran las clases en los centros donde los problemas eran más acuciantes, hasta que remita la ola de calor. “Se podía haber organizado un plan para que esto no ocurriera, y no poner velas para que bajen las temperaturas”, ha afirmado Lloret.

“Ante problemas excepcionales soluciones excepcionales, pero lo que no se puede permitir es que no se adopten remedios, y que al final sean los propios alumnos los que tengan que salir a la calle, primero a dar clase, y ahora a protestar”, ha denunciado el responsable educativo del PSPV provincial. Así, la dirección provincial hace un llamamiento a los ayuntamientos para que transmitan la inquietud de los estudiantes y profesores a la Consellera de Educación.

Los socialistas consideran que desde la Conselleria de Educación se deberían comenzar a dar pasos urgentes para que este problema no se vuelva a producir “hay que dotar a los centros de una mínima climatización. No puede ser que los alumnos se frían en verano y se congelen en invierno”.

Por último Lloret espera que Catalá “pida disculpas y dimita de la cartera de educación, dejando paso a una persona más diligente, con más sentido común y que atienda a los problemas de la educación pública como se merece”.