Contrastados estudios científicos y en general la medicina moderna han avalado la mayoría de propiedades beneficiosas que la tradición oral ha otorgado a docenas de plantas, no en vano llamadas medicinales. Un saber pretérito, en ocasiones ancestral, que se ha ido transmitiendo de generación en generación hasta bien entrado el siglo XX, donde esta práctica quizá ha ido perdiéndose con el gradual éxodo a la ciudad. Por eso es tan pertinente y útil el esfuerzo recopilador que ha realizado el vecino Pedro Luis Rico Cerdá en el libro presentado hoy, «Petrer, plantas medicinales de nuestro entorno».
Más de medio centenar de especies, todas encontrables en nuestro término municipal, que pueden aliviar o ayudar a tratar dolencias tan variadas como la acidez, el acné, el insominio, la resaca o el estreñimiento, por citar sólo unas pocas. «Hay muchas más», ha explicado su autor, «pero me he ceñido a las más populares y accesibles». De forma precisa, sin cientifismos ni arabescos literarios, la obra describe someramente la planta y su recolección y por supuesto sus propiedades, indicaciones y usos, todo ello acompañado por imágenes para su correcta identificación. Incluye también un apartado de consejos y técnicas de preparación para su uso, así como un glosario de términos y un breve listado de remedios populares. En sus poco más de cien páginas, la obra trata de ser una guía de consulta útil, amena y ágil, consiguiendo con creces su objetivo. La propuesta se remata con un diseño compacto y una maquetación sobria y sin estridencias que facilitan la lectura.
Sobre el autor
Ávido lector, observador y metódico, y caminante de nuestras montañas siempre que puede, Pedro Luis Rico Cerdá es una persona enamorada del medio ambiente, siendo este su segundo libro sobre el mismo. El primero fue un manual de contaminación acústica que sirvió a muchos polícias locales de la Comunidad Valenciana a iniciarse en esta materia. Manteniendo ese estilo didáctico, esta obra la dedica a quienes le precedieron: «Sepamos tratar la tierra, sepamos conservarla y transmitir estos conocimientos heredados. Aprovecharse de ella con responsabilidad es un privilegio».