El pasado viernes por la mañana, un vecino estacionó frente a un banco en Gabriel Payá para sacar dinero y al salir de la oficina comprobó que tenía una rueda pinchada. En ese momento, cuenta el parte policial, no le dio importancia y se dispuso a cambiarla por la de repuesto. Al llegar a su casa se dio cuenta de que le habían sustraído la cartilla de la cuenta corriente, y cuando llevó la rueda a reparar al taller, el mecánico le informó que en el interior de la misma había un punzón especial para pinchar ruedas.
No era el único caso: el mecánico le informó también que recientemente le habían llegado varias ruedas así, y todas de gente que había estacionado para ir al banco. Y el citado no es el único taller que puede contar una historia similar. Descartado el incidente aislado, pues, la Policía Nacional ya investiga el asunto.