El pasado mes de febrero la conselleria de Agricultura dio el visto bueno al Plan Local de Prevención de Incendios Forestales de Petrer que constituye la directriz técnica en esta materia en el ámbito del municipio, ya que facilita un marco normativo para la planificación de actuaciones de prevención de incendios en todo el término municipal que cuenta con cerca de 6.000 hectáreas de terreno forestal.
Petrer es uno de los seis municipios de toda la provincia, junto a Alicante, Banyeres, Ibi, Pego y La Vila Joiosa, que cuenta con un plan para luchar contra este problema que constituye un grave problema en el área mediterránea y en especial en la Comunitat Valenciana, donde ocasionan recurrentemente graves daños en sus masas forestales y la consiguiente repercusión negativa sobre el medio ambiente.
El Plan Municipal de Prevención de Incendios Forestales establece las medidas generales en defensa de los montes y terrenos forestales incluidos en el término municipal, la protección de las personas, bienes y núcleos rurales, así como la promoción y adopción de una política de prevención adecuada según las necesidades y posibilidades del municipio. Desde hace unos años se han llevado a cabo actuaciones de prevención de incendios en núcleos rurales como Caprala, l’Almadrava y este año en Puça, en las áreas recreativas de Ferrusa y Campamento de Caprala, y lo siguiente será la línea de defensa en Loma Badá, que es el núcleo habitado del extrarradio que está pendiente.
El concejal de Medio Ambiente, Fernando Díaz, ha indicado que por primera vez desde su departamento se cuenta con un documento para la lucha eficaz contra los incendios forestales que comprende tanto el conjunto de actuaciones tendentes a evitar y prevenir la producción de un incendio como la extinción propiamente dicha del mismo, una vez producido. “Estamos ante un trabajo que es muy necesario para preservar la importante masa forestal y el paisaje único que convierte a Petrer en el corazón ecológico del Vinalopó”, ha subrayado.
Díaz ha recordado que Petrer está catalogado como un municipio de alto riesgo de incendios por la Generalitat Valenciana, por las temperaturas, por la gran masa forestal, por el sistema hidráulico con muchos barrancos y pendientes altas, por las infraestructuras e incluso por el tipo de vegetación que es muy pirófita, y ha pedido que se extremen las precauciones en las salidas a la montaña y a disfrutar de los parajes naturales.