En abril de 2004, en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) se hizo público que las sierras de los términos municipales de Castalla, Petrer, Sax, Onil, Banyeres y Biar quedaban incluidas dentro de la Zona 15 del Plan Eólico Valenciano, amenazando rincones de enorme valor ambiental de todos estos municipios, acaso sus espacios más emblemáticos. En meses subsiguientes, la movilización social en defensa del territorio fue de órdago, con más de 15.000 alegaciones y firmas recogidas sólo en Petrer, cuyo ayuntamiento votó unánimamente en contra del plan.
La Coordinadora d’Estudis Eólics montada ad hoc por decenas de asociaciones ambientales de las zonas afectadas estudió a fondo el Plan Eólico Valenciano y demostró que los criterios de ubicación de los parques eólicos no respondían a criterios ecológicos ni técnicos (número anual de horas de viento, orientación de los vientos predominantes, etc.), sino a criterios económicos y de rentabilidad empresarial motivados por las ventajosas subvenciones que por entonces otorgaba la Unión Europea, dejando su utilidad o productividad al margen. También fue hecho probado que los informes de viento aportados por las empresas eran falsos y se limitaban a cortar y pegar datos de otras zonas con unas realidades completamente diferentes y los Estudios de Impacto Ambiental presentados no tenían rigor ecológico.
La Zona 15 y la Zona 14 -El Comtat-, entre otras, fueron de las más críticas, y aunque las alegaciones presentadas nunca recibieron respuesta, poco tiempo después se reconoció a gran parte del paisaje amenazado diversas figuras de reconocimiento y protección ambiental, como el Paisaje Protegido Maigmó-Sit o diversas ZEPAS (Zonas de Especial Protección para Aves).
Pese a todo, todos estos años la amenaza de ejecutar el Plan Eólico persistía, hecho que ya, oficialmente, queda atrás. Así es, responsables del nuevo gobierno autonómico ha confirmado a los medios que desestiman por completo la realización de los 32 parques -de 18 poblaciones- que en el plan original aún quedaban por construir. Las zonas que se salvaron de la ejecución de estos parques, que hubieran desgarrado sierras y entorno por un más que dudoso aprovechamiento eólico, están oficialmente salvadas, pues, y la Generalitat también ha confirmado que no habrá ampliación en las zonas que no tuvieron informe ambiental favorable.
La buena nueva la comunicará el conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent, que se unirá este sábado a un acto oficial de la Coordinadora d’Estudis Eólics que tendrá lugar en Benillup.