Una vez más, y tal como sucediera ayer, en el día grande de la Fiesta, las frías temperaturas -con unas pequeñas gotas durante la tarde sin más consecuencias- no disuadieron a la población y visitantes a acompañar a sus más gallardos intérpretes, primero en el plástico Desfile de Honor y más tarde en la fastuosa boda que ha propuesto el desfile vespertino.
En efecto, la comparsa Moros Beduinos ha sido la designada para acompañar y otorgar mayor realce a la exhibición de imaginación y fantasía de las capitanías en el Desfile de Honor. Ha sido un desfile breve pero intenso que, como todos los años y bajo la atenta mirada de las autoridades, ha terminado en una santa misa en honor del patrón en el templo parroquial, en esta ocasión presidiendo la eucaristía y ocupando la sagrada cátedra el reverendo José Abellán Martínez, vicario episcopal de la zona IV y párroco de Santa Ana de Elda. La Coral de la Unión de Festejos y la Unión Musical, dirigida por José Díaz Barceló, interpretaron la Misa Festera que concluyeron el episodio solemne.
Los Beduinos y sus bodas de oro se han adueñado del resto de la jornada, abriendo la Entrada Mora -siempre la propuesta más arropada por el público, que abarrotaba las calles- con un boato, además, con resonancias de justicia poética, pues en él se han lucido elementos de su anterior apertura, realizada hace cinco años y malograda por un diluvio. Dos circunstancias, decimos, que hacían del desfile algo muy especial para la comparsa: es más, ha sido tal el despliegue de medios que lo primero de todo eran unos comparsistas ofreciendo un folleto que explicaba lo que estaba por venir. Dice así: «Al atardecer del 15 de mayo de 1962, la multitud, apiñada sobre las aceras del Carrer Nou, quedó sorprendida ante la presencia de un octavo capitán, que al alardo de su arcabuz abría paso a lo que acababa de convertirse en la tercera comparsa del Bando Moro de nuestras Fiestas de Moros y Cristianos. En esta entrada» -prosigue- «la comparsa de Moros Beduinos queremos adentrarnos en el desierto. A través de las dunas, llegaremos hasta nuestro poblado Beduino. En el Oasis están acampadas nuestras jaimas… Todo el poblado se prepara para una gran boda… Música, danzas, aromas y sobre todo mucha alegría. Todos preparan el gran festejo haciendo honores a los novios. Un pueblo entero se llena de fiesta».
Entrada Mora 2013 from Petreraldia.com on Vimeo.
Nosotros no añadiremos nada más a lo referido; queda para ello el vídeo que acompaña a esta crónica (los primeros veinte minutos del metraje se corresponden al boato) y esta magnífica y simpática guía visual del espectáculo que incluye el folleto.
El boato, por cierto, fue rematado con el desfile de decenas de las capitanías que han escrito su historia, hilando una conseguida muesca más. Todo lo descrito sólo fue el inicio. Disfrutamos tras ello de otro muestrario de la belleza de nuestras fiestas, en un nuevo pasar de músicos, filas, cabos, carrozas, capitanías y demás actores festeros. La Chusma, ese desfile apócrifo tan antiguo como la misma Fiesta, trajo su humor con la llegada de la noche. Este año el motivo de parodia era obvio, pero aún así supieron plasmarlo de forma inigualable: Bárcenas, en su autómovil; Su Majestad, todavía renqueante; los bancos y sus pérdidas compartidas por toda la sociedad… Y finalmente, la penúltima noche de fiesta, tan nuestra como la del jueves, remata una jornada memorable.
Guerrilla cristiana y Subida del Santo
Hoy, último pero no menos importante día de Fiestas, que tiene en la Guerrilla Cristiana, y su posterior embajada, sus actos matutinos y que por la tarde verá la Subida del Santo y el cambio de capitanías.