El arquitecto municipal de Petrer, Fernando Cerdá, nos explica en estas líneas las relaciones entre la arquitectura y otras artes,como la pintura y la escultura, nos acerca la historia y algunos ejemplos de «trampantojos» (trampa para el ojo) célebres y finalmente nos relata todos los detalles de la actuación que se está realizando en la Fachada Norte, y que nos dejará nuestro propia ilusión visual, a cargo del artista Eduardo Ibáñez. No se pierdan tampoco las fotografías que acompañan a este artículo, en especial las fotos paisajísticas del final, que están a gran resolución y pueden ampliar para una mejor observación, y que incluyen una representación visual de lo que se espera conseguir con la obra finalizada.
Antecedentes y evolución histórica
A lo largo de la historia se han establecido siempre vínculos entre la pintura, la escultura y la arquitectura sirviéndose unos de otros de forma continuada.
En Roma y Grecia la pintura mural y el mosaico formaban parte fundamental de las decoraciones de los interiores arquitectónicos. En la pintura pompeyana se crean por primera vez ilusiones visuales en las que los muros parecen abrirse a profundas perspectivas. Estas pinturas “ilusionistas” tienen su continuación en las pinturas de perspectivas arquitectónicas surgidas durante el Renacimiento y se llevan a su perfección en el Barroco que en ocasiones además de una función decorativa podían tener como objeto “disimular” defectos de la arquitectura que los acogía. Leonardo Da Vinci pintó en Milán una Santa Cena cuyo fondo arquitectónico era una continuación del interior del convento dando la impresión de grandeza del mismo. También Miguel Angel en la Capilla Sixtina consigue el mismo efecto pictórico.
La época de esplendor de la pintura “ilusionista”, “trompe l’oeil” o “trampantojo” es el Barroco. Según diccionario de la Real Academia de la Lengua lo define como trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndose ver lo que no es. Se dan principalmente en los frescos de las bóvedas eclesiales. Por ejemplo las pinturas de Goya para la cúpula de la Iglesia de San Antonio en Madrid, en la que unos personajes se asoman a la falsa barandilla que los bordea.
Efectos similares a los de la pintura ilusionista fueron los creados por los espejos como espacios de ilusión por antonomasia. Principalmente utilizados en el Barroco y Rococó, intentaban siempre crear un cierto grado de confusión acerca de los límites reales del espacio, de las verdaderas proporciones de un interior, con la repetición de unos mismos motivos decorativos reflejados y multiplicados hasta el infinito.
Así mismo, la escultura, siempre ligada a la arquitectura. A lo largo de la historia del Arte, vemos como relieves y esculturas se acoplan a las formas arquitectónicas recubriéndolas e incluso sustituyéndolas (cariátides sustituyendo a las columnas en los templos griegos).
Vemos pues como determinados elementos plásticos como la escultura, la pintura, incluso los espejos y la luz, pueden modificar la visión de una arquitectura.
Hoy por hoy, muros, medianeras y solares de las ciudades se camuflan con murales con escenas reales.
Son habituales en zonas degradadas o que afean el entorno se ven en todas las ciudades tanto americanas como europeas y son a veces soluciones económicas para dignificar fachadas deterioradas. Juegan con la perspectiva y a veces cuesta para el viandante diferenciar lo real de lo ficticio. En un proceso de renovación urbana de la mayor parte de los centros históricos de las principales ciudades, ha quedado al descubierto medianeras desnudas por doquier, ya sea por demolición de edificios ruinosos, por vacíos urbanos, por establecimientos de nuevas alineaciones o por embellecimiento o rehabilitación de determinados edificios que han dejado en evidencia otros contiguos. En cualquier caso, este elemento, estéticamente hablando, ha dado lugar a todo un repertorio de intervenciones plásticas, desde representaciones estrictamente pictóricas, bien materializadas con murales o bien con técnicas de trampantojos, bien con elementos arquitectónicos adosados a ellas con facciones bidimensionales, bien con jardines verticales (Patric Blanch) imitando los históricos jardines colgantes de Babilonia. Todo un repertorio de actuaciones destinadas a enmascarar y embellecer muros y medianeras al descubierto visibles desde el espacio público que forman parte del entorno urbano del que disfrutamos.
Una muy completa explicación de las actuaciones en la Fachada Norte.
Esto es informar.
Un saludo
¿Para cuando se calcula que se finalizaran las obras de «puesta en valor de la Fachada Norte?
La verdad es qué con la rehabilitación de la Rambla de Puça,el nuevo puente sobre la misma,el viaducto que conectará con Cuatrovientos, y la restauracion de la fachada Norte, se está produciendo, sin casi darnos cuenta un cambio revolucionario en la configuracion de nuestro pueblo.
Un cambio positivo y acertado.
Un articulo muy bueno. Felicidades Fernando.
Seguro que se queda muy bien y le da un nuevo aire al casco antiguo, que falta le hace. Buen artículo, me han gustado los otros ejemplos de todo el mundo.
Un trabajo elogiable. Felicidades Fernando
Desde Eurollarcondal, solamente decir que nos hemos quedado de piedra al ver semejante trabajo tan bueno y bien ejecutado de esa rehabilitación de fachada. Es sencillamente bárbaro.
Un saludo!!!