En Petreraldia recuperamos -y ofrecemos por primera vez en Internet- artículos atemporales publicados en otros libros y revistas, generalmente de tipo cultural o histórico y relativos a nuestro valle. Recientemente, en uno de estos contenidos recuperados, originalmente publicado en abril de 2005, se advertía del hallazgo de unos restos que podían pertenecer a la necrópolis musulmana de Puça, en un texto que recogía las impresiones del arqueólogo municipal y que también recogía imágenes de una piedra -piedras, en realidad- labrada de mucho interés. De ella, desde la oficina de arqueología se decía: “no son piedras naturales, están trabajadas y han sido decantadas y pueden haber pertenecido a piedras de molinos o almazaras. El hecho de que estén allí puede deberse a que hayan sido reutilizadas”. Aquí pueden leer el artículo completo.
Pues bien, recientemente hemos percibido que la piedra ha desaparecido de su ubicación original, y qué sorpresa la nuestra al verla en otro lugar del valle, concretamente en la ubicación que os ofrecemos. Resaltamos que moverla exige un trabajo a conciencia, son necesarias por lo menos tres personas y un vehículo. Es decir, se la han llevado para que haga de mesa, o como elemento decorativo, o para el jardín. No es la primera vez: la casualidad ha querido que este caso de expolio está totalmente documentado, pero hay muchos otros casos que estamos investigando. Podemos confirmar también en los últimos tiempos la desaparición de una piedra cónica que ejercía de rueda de molino del Molino de la Pólvora. Igualmente, estamos asistiendo también a un robo sistemático de la canaleta de piedra que va desde el Parat del Catxuli hasta la Foia Falsa, que está desapareciendo por tramos.
Petrer, y todo el levante español, es bien conocido por su cultura agraria, que nos han dejado un paisaje revalorizado con el trabajo sobre el terreno de nuestros pretéritos -de toda época y condición-, todavía firmes en tantos ribazos y visibles, por ejemplo, en los restos, como la piedra del artículo, de sus soluciones e ingenios hídricos. Un legado cultural, patrimonial y arqueológico que languidece a campo abierto, en ocasiones sin catalogación ni estudio municipal, y que estamos viendo como poco a poco acaba en manos privadas. En manos de vecinos que, quizá, no tienen conciencia de estar obrando mal, pero que de hecho desarticulan y desintegran estos elementos históricos comunes y que tanto expresan sobre la naturaleza del terreno.
Es bien conocido que la arqueología y la investigación es especialmente valiosa cuando se realiza sobre un contexto -un espacio- que no haya sido cambiado, ¿pero podemos permitirnos este expolio por presumibles estudios? ¿No es más lógica y valiosa una política de acción que recoja y proteja estos restos históricos?
Inaudit. Una cosa és mantneir el patrimoni històric que tingues a les teues propietats (casa de camp,bancals…) i altra furtar patrimoni per a decorar la teua casa, como si fores un mercader que vols vendre patrimoni als ‘guiris’.
Està clar que el primer pas no s’ha fet a Petrer: un catàleg del patrimoni històric. El museu municipal hauria d’encetar aquest catàleg i, per això, la regidoria de cultura en lloc de estar el regidor sense fer res, hauria de moure’s.