Tal y como ocurrió tras la final de la Copa del Rey, pero esta vez en mayor número, los aficionados blaugranas se trasladaron hasta la Fuente del Moro para festejar el triunfo del equipo catalán en la Copa de Europa. Nos trasladamos cinco minutos  (a las diez y veinte de la noche) antes de que acabara el partido y ya había algunos jóvenes en las inmediaciones de la fuente; a partir de ahí, el goteo fue constante, llegándose a reunir, según relata la policía, hasta más de 200 personas.  Como no cabían todos alrededor de la fuente, la mancha roja y azul se fue extendiendo por las calles adyacentes y la gasolinera. El jolgorio fue total, con baños de los más atrevidos (casi una docena de personas), con banderas y camisetas, coches que iban y venían, música y megáfonos… La circulación del tráfico no llegó a interrumpirse durante toda la celebración y la policía sólo intervino para identificar a dos jóvenes que estaban arrancando las plantas que rodean la fuente. Al cabo de unas dos horas, en torno a la una de la madrugada, los forofos se fueron disolviendo, aunque durante toda la noche prácticamente muchos coches circularon por la población tocando el claxón y con el himno blaugrana a todo volumen