Esquerra Unida pide que se conozca la manera en la que afectará a la población la Reforma de la Ley de Bases de Régimen Local, que en estos momentos se encuentra en trámite parlamentario, y si se plasmará esta ley en los presupuestos municipales del 2014. Además, quieren que se realice una campaña de publicidad y participación a la ciudadanía dado que «son los vecinos y vecinas quienes vienen soportando los recortes, las subidas de impuestos y tasas», en palabras del portavoz de Esquerra Unida, Javier Martínez.
El propio Javier Martínez sí tiene claro qué temas y cambios hay en la ley: «Es una contrarreforma, una ley antiayuntamientos». «Esta ley afecta directamente a la prestación de los distintos servicios municipales, quitando competencias y financiación a los ayuntamientos, provocando recortes y privatizaciones que perjudicaran a quienes más lo necesitan. De esta manera, se aplicarán unos costes estándares que son los que el Ministerio marcará para los servicios que prestan los ayuntamientos. En el caso de que estos costes no se cumplan estos servicios serán delegados a la Diputación, lo que significará una pérdida de la autonomía local y que las diputaciones ofrezcan estos servicios a través de empresas, privatizando los servicios públicos, mermando la calidad de los mismos y sin conocer, dada la lejanía, la realidad de las diferentes poblaciones.»
Según Martínez, los servicios perjudicados serán los servicios sociales y servicios educativos municipales, las políticas de igualdad y atención a la mujer, los servicios de orientación laboral y formación para el empleo, los servicios de salud municipal, la promoción de viviendas municipales y las oficinas de información a los consumidores “OMICs”. «Debemos saber, y la ciudadanía conocer, qué servicios de los mencionados serán suprimidos y cuáles no, si el Ayuntamiento seguirá recibiendo la misma financiación, o si habrá reducción de costes o de personal».
La nueva Ley de Bases de Régimen Local entra en vigor el 1 de enero de 2014 y desde el partido opositor exigen un debate público que no están convencidos de que se produzca. «El Partido Popular, que a la hora de votar pasa el rodillo, ha optado en el debate por la estrategia del avestruz, y esconder la cabeza hasta que amaine el temporal, quizá para recuperar la confianza de la ciudadanía, aparcando a un lado toda polémica, y sacar el máximo rédito electoral en unos futuros comicios. Nuestras denuncias, al menos públicamente, ni las valoran ni las contestan».