Almoradí 0- 0 Petrerense
A cinco puntos del Almoradí, que marca el puesto de ascenso, y a cuatro jornadas para acabar la temporada, el del sábado frente al equipo de la Vega Baja era el partido de la temporada para los hombres de Campello, el último tren. Quedó claro que lo tenían interiorizado: con sólo tres atrás y dos puntas, el Petrerense salió a comerse al mundo, con un pressing brutal durante la primera media hora de partido. Corrían por todo el campo y rápidamente ahogaron al conjunto local. La lástima es que esa brutal intensidad derivó en el dominio territorial pero no generó demasiadas ocasiones claras; las más peligrosas la protagonizaron Claudio, al que se le va fuera un remate franco desde dentro del área, y Marcos Alendaño, que también en posición idónea de disparo la mandó a la cepa exterior del palo.
El Almoradí, anulado durante la primera media hora, comenzó a aparecer cuando el Petrerense bajó el pistón físico en la presión, claramente desfondado por ese ritmo inhumano. El partido se equilibró, porque si bien la posesión seguía siendo del Petrerense, el Almoradí robaba el balón más arriba y salía rápido a la contra. De hecho, tuvo dos claras, especialmente una que abortó Pablo, con muchos reflejos, en un mano a mano con el delantero rival. Antes de acabar el primer tiempo, y quizá avisado por esas jugadas, Campello reorganizó el equipo y metió cuatro atrás, apuntalando también el medio campo y jugando con menos referencias claras en punta.
La segunda parte comenzó también muy fuerte por parte del Petrerense, pero el Almoradí no se dejó amilanar y se vivieron minutos muy bonitos. Fruto de este juego de “pierna dura” llegó la expulsión, en el minuto 60, de Álvaro por doble amarilla, que no se puede objetar, pues llega tarde a la jugada en sendas cartulinas. Con uno menos, el equipo siguió luchando, y el Almoradí pareció recular un poco, sin decidirse a ir a por el partido. Fruto de esta fe y esfuerzo le llegó una clara ocasión a Miguelico en los últimos minutos, que la envió fuera pecando de impaciencia, y sobre todo, en el minuto 92, la tuvo Álex Gras en la mejor jugada del partido: una contra perfecta llevada por Claudio, cuyo pase de la muerte deja solo a Gras ante el portero, con tiempo y espacio para pensar cómo superarlo. Decide picarla y en el campo se hace un silencio, silencio que se transforma en vítores cuando el balón se pierde por encima del larguero, para frustración del equipo petrerí.
“Estamos abatidos, hemos jugado bien, lo hemos dado todo y hemos tenido oportunidades. Esta del final ha sido clarísima”, sintetizaba Campello, “pero hoy hemos de estar contentos con el trabajo realizado, al equipo le pongo un diez. Si siempre jugáramos así otro gallo cantaría; el problema ha sido la irregularidad, sobre todo en la primera vuelta”. El Petrerense está a cinco puntos del segundo tiempo cuando tan solo restan nueve para el final. “Sin embargo, siguen habiendo opciones: los que están por encima tienen enfrentamientos muy complicados la siguiente jornada y si pinchan y ganamos, notarán la presión. Pase lo que pase, pelearemos hasta el final”. El Petrerense se enfrenta el sábado 30 (esta semana hay descanso por Semana Santa) a las 18 horas al Formentera, “un equipo que no se juega nada y espero que no ponga mucha oposición”.