La escena rockera estatal, con referentes como Boikot, Reincidentes o Narco, dejó su impronta el pasado sábado en la localidad con uno de los conciertos más multitudinarios de los últimos años. Cerca de 3.000 personas (de ellas, más de 300 de la organización, entre músicos y personal), algunas de ellas venidas desde Sevilla o Galicia, disfrutaron de doce horas de guitarreo y letras reivindicativas, en un programa de conciertos que tuvo una puntualidad extrema y que se desarrolló sin incidentes.
Ya a las cinco de la tarde, abriendo el fuego de Marearock el grupo local Terapia Mestiza, se notaba las ganas de fiesta y diversión que había en el ambiente. La organización había hecho un gran esfuerzo publicitario durante varios meses (40.000 flyers y 6.000 carteles distribuidos), atrayendo finalmente al festival a un público muy variado que llenó el recinto desde el principio, especialmente a partir de Boikot. Del ska de Terapia a la mezcla de estilos más ruidosa de Fuckop Family, el concierto fue ganando en pesadez de guitarras y batería hasta uno de los momentos de la noche, la interpretación a dúo de Narco y Reincidentes del clásico Vicio. Los valencianos Termofrigidus cerraron el festival a eso de las cuatro y media de la mañana, en la que se acabó la música.
Pensado en un principio para dos días, desde el Ayuntamiento dieron a la organización la posibilidad de crear una zona de acampada, que después no tuvo mucho uso, quizá un centenar de tiendas para unas 300 personas que, eso sí, acamparon la noche del viernes. El domingo a primera hora ya no quedaba casi nadie y comenzaron las labores de limpieza.