La Coca de Aspe 1- 0 Petrerense
El Petrerense encajó una dura derrota frente al equipo La Coca de Aspe, en un partido duro y trabado que se decidió en una jugada desafortunada. Reconocía el míster Campello que el equipo anda “tocado” tras esta derrota, ¿y es que acaso se puede estar de otra manera cuando el rival no chuta una vez a puerta y le entregas el partido con un autogol absurdo?
Corría el minuto 80, y el central rojiblanco, sin presión, decide ceder atrás con la cabeza, pero el portero no la espera y le sobrepasa, entrando el balón mansamente en la portería. Mala suerte sin duda, pero las causas profundas de la derrota hay que buscarla en los minutos anteriores, en los que el equipo nunca estuvo cómodo y no pudo imponer su juego. “No tuvimos la actitud necesaria, nos faltó garra y empuje”, analizaba Campello.
Ante un rival que buscó atrincherarse y soñaba con un empate, el Petrerense no tuvo la intensidad necesaria, no se zafó en la lucha de trincheras, y tampoco tuvo fluidez con la pelota, no tiró desmarques ni consiguió ser vertical. El campo, de césped natural en pésimas condiciones, no ayudó, pero la escuadra pareció indolente por momentos y Campello ya avisa de que “si no salimos enchufados y a por todas va a ser muy difícil sacar adelante los partidos en esta categoría, de mucha brega y presión”.
Todavía así, y sin pasar ningún apuro en defensa, el equipo tuvo el gol en un tiro al palo en la primera parte de Coti, y ya con el marcador en contra, y volcados a por el empate, Coti desperdició un mano a mano en los minutos finales. Poco más que reseñar, si acaso la roja que vio un jugador aspense a un cuarto de hora para el final y que todavía hace más dura la derrota.
Este domingo, el Petrerense se medirá en el Barxell al Saladar (a las doce de la mañana), un equipo también de mucha brega del que Campello espera “poder cansarles con un juego de pases fluido, y que noten la diferencia de jugar aquí respecto a su campo, bastante más pequeño. Tenemos que resarcirnos”, ha apuntillado.