Grandes quesos redondos, largas barras de pan, decoraciones de madera o panochas de maíz recién hechas. Trucos de magia, pasacalles, talleres, duelos con espadas y espectáculos nocturnos de fuego. La animación y el comercio del Mercadillo Medieval, que recorre diferentes pueblos de la provincia y que anualmente visita a nuestra localidad en vísperas de las fiestas patronales, ha conseguido granjearse unas señas de identidad propias y su regreso al casco antiguo este pasado fin de semana fue celebrado por cientos de vecinos que se. Así, engalanada la zona como una villa de hace 1.000 años desde la Plaça de Baix hasta el Derrocat, una febril actividad comercial y lúdica se desató por las calles desde que el alcalde inaugurara la iniciativa el sábado a las once, comentando “el gran atractivo” que suponía para la población.
Los puestos, con su gran caracterización habitual, volvieron a surtir a los presentes de mil y un objetos de artesanía y decoración y de esos olores y sabores de la cocina tradicional –este año además arropada por varios panaderos y artesanos locales que se sumaron a la iniciativa con sus propias tentaciones culinarias-, por citar algunos de los productos más numerosos de entre la amplia oferta del fin de semana, todo un completo microcosmos que es uno de los secretos de su amplia aceptación popular. Porque, por supuesto, a la oferta comercial y culinaria hemos de sumarle los múltiples talleres y actividades, que un año más volvieron a recrear espectáculos medievales como los torneos o los duelos de caballeros. No faltaron tampoco las danzas zíngaras, y sus movimientos de vientre, ni las demostraciones de poder con la espada o de habilidad con los malabares. Los niños tenían la oferta más inmersiva con una escuela de escuderos en la Plaza del Derrocat en la que, en tono desenfadado, tiraban en arco o recogían anillas. Para ellos estaba orientada especialmente la iniciativa, así que, con respecto a pretéritas ediciones, tenían un mayor espacio dedicado a esta completa ludoteca.
A pesar de la intermitente lluvia del fin de semana, en especial ayer por la tarde, la climatología, en líneas generales, invitó a pasear por el Mercado Medieval, con lo que el fin de semana se cierra con una valoración muy positiva por parte de asistentes, organizadores y autoridades.