El Hospital de Elda ofrece a los padres realizar el contacto piel con piel tras las cesáreas programadas

El Hospital de Elda ha comenzado a ofrecer a los padres de bebés nacidos por cesárea programada de bajo riesgo la posibilidad de realizar el contacto piel con piel, permaneciendo en la habitación de Obstetricia hasta que la madre regrese de Reanimación.

En la foto, el primer padre que esta semana realizó la práctica en el Hospital de Elda, en un momento de la misma.
En la foto, el primer padre que esta semana realizó la práctica en el Hospital de Elda, en un momento de la misma.

El contacto piel con piel ofrece múltiples beneficios al bebé y se recomienda realizarlo inmediatamente después del nacimiento. No obstante, esta práctica se ve limitada en las cesáreas, debido a razones prácticas y médicas por las que la madre no puede llevarla a cabo. Por ello, el Hospital de Elda ha optado porque sea el padre quien la realice tras aquellas cesáreas programadas en las que no exista ninguna contraindicación médica.

Esta práctica consiste en mantenerse en contacto directo con la piel del bebé recién nacido, ofreciéndole el pecho como lugar de apoyo. Para llevar a cabo el contacto piel con piel entre padre y bebé, la Comisión de Lactancia Materna del Hospital de Elda ha elaborado un protocolo que establece la forma de actuar en estos casos y los criterios de inclusión y exclusión en el mismo.

Dicho protocolo establece que una vez realizada la cesárea, la matrona acompaña al recién nacido en incubadora o cuna al Servicio de Obstetricia donde, si la situación paterna y fetal lo permite, se realiza el contacto piel con piel que se prolonga hasta que la madre regresa de Reanimación, periodo que puede oscilar entre 90 y 120 minutos.

Con un pañal y un gorro, se sitúa el bebé sobre el tórax desnudo del padre en posición semivertical, siempre en posturas que eviten las apneas obstructivas. Se cubre la espalda del recién nacido con una toalla o manta y, una vez colocado, se deja que se adapte a la nueva situación.

Beneficios

Los beneficios descritos del contacto piel con piel son numerosos, tanto para los padres como para el bebé, y entre ellos se encuentran la regulación de la temperatura, una respiración regular más profunda, disminuyendo los periodos de apnea y aumentando el oxígeno en sangre, la mejora del ritmo del corazón, una disminución de las infecciones, el aumento del sueño profundo, favoreciendo la maduración del sistema nervioso central, un estímulo prematuro táctil, auditivo y de movimiento del recién nacido, la disminución de la actividad motora y muscular, favoreciendo el ahorro energético y aumentando el peso del bebé. Y por último, la reducción del llanto del bebé, lo que favorece la adaptación a la vida extrauterina. De este modo, se mantiene tranquilo el estado de alerta del neonato, disminuyendo su estrés y la ansiedad de los padres, lo que influye positivamente en la interacción entre ellos.

Pero además el contacto piel con piel en los casos de una cesárea programada, tras la que el padre lleve a cabo la práctica, permite al progenitor establecer un contacto directo con el bebé tras el nacimiento, ayudando a crear el vínculo afectivo, al tiempo que a la madre le proporciona tranquilidad el hecho de saber que el padre y el bebé están juntos esperándola en la habitación.

Este protocolo se ha puesto en marcha tras la realización de un estudio en el Hospital de Elda, donde se llevó a cabo esta actuación, y cuyos resultados han sido satisfactorios y estadísticamente significativos en cuanto a la satisfacción de los pacientes y en cuanto a lactancia materna.

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