La crisis ha dejado un gran número de inmuebles y construcciones a medio finalizar, o en rápido abandono, en la mayoría de ocasiones por embargos. ¿Qué ocurre con estas edificaciones? De no tener suerte con una rápida venta o subasta (las menos), su futuro se ve abocado al lío administrativo, la dejadez y el abandono y finalmente el vandalismo.
Es una espiral negativa que acaba degradando todo el trabajo previo y en el que nadie gana, tampoco los acreedores, que ven cómo se devalúa la construcción, en última instancia forzando a su demolición y quedando el enclave como un solar. Un ejemplo peregrino de lo expuesto lo hemos comprobado esta semana en una fábrica abandonada y saqueada en el polígono de Les Pedreres, el más reciente de todos los polígonos del valle. Las instalaciones y condiciones de esta fábrica, que tuvo una breve actividad, han ido degenerando desde su embargo hasta su actual estado sin que nadie tome medidas para impedirlo. Del inmueble, los vándalos (no es difícil, la puerta está abierta) se han llevado ventanas, puertas, grifos, lavabos, todo la instalación eléctrica (desde el panel de fusibles hasta el omnipresente cable de cobre), etc. Hoy, llena de cristales rotos, cajas y restos de pieles, está cerca de convertirse en un foco de insalubridad importante (con riesgo de que se produzca un incendio).
El Ayuntamiento puede (lo recoge la ley) obligar a su propietario a mantener las condiciones mínimas de seguridad y salubridad de cualquier inmueble en la localidad, ¿pero quién es el dueño? ¿A quién reclamar? La situación legal del edificio es complicada, casi diríamos que está en una especie de limbo, y no es el único inmueble en estas condiciones de la localidad.
me da lastima ver asi una nave que parece ser nueva y que hasta hace poco hay se trabajaba,pero en fin… es la cruda realidad
Efectivamente «A perro flaco todo son pulgas»,…, de mal a peor. Si el Ayuntamiento tiene potestad que reclame al dueño/banco su responsabilidad, ya que de no hacerlo la situación se puede complicar mucho mas.
Much@s soñariamos con tener una nave y unas instalaciones como las que presente el reportaje para desarrollar cualquier proyecto.
Es una pena que solo se benefician los mangantes.
!Qué razón tienes clinton¡ Pero por lo que se vé yá no hay dueño. La nave debe de estar em manos de la Seguridad Social y de los bancos hipotecantes, que con su inoperatividad,conseguirán que la nave se deteriore del todo y haya que demolerla . Tal y como ocurrió con Luvi.