Concierto muy singular y a la antigua usanza, el ofrecido por la Unión Musical de Petrer la noche del domingo, día 4, en la Plaça de Baix, enmarcado en la programación de la AAVV Miguel Hernández (casco antiguo) de las fiestas de la Virgen del Remedio.

A la antigua usanza, porque su programa estuvo dedicado casi de forma íntegra al pasodoble y la marcha militar. Solo el popularísimo preludio de la zarzuela La revoltosa se salió del guión.Y esa segunda parte de música castrense, nos hizo rememorar aquellos años en que nos visitaba la banda militar de Alicante. Años donde la fiesta comenzaba al atardecer del día 5, cuando las cornetas y tambores hacían su entrada en la villa, siendo recibida por nuestra Unión Musical, con Manuel Alemany Sevilla, El Maleno, al frente.

De hecho, mientras sonaba la marcha Bailén , una persona que estaba a mi lado me comentó lo de la banda militar. Sin duda sería de las composiciones habituales que interpretaba en sus diferentes pasacalles, durante los días 5, 6 y 7, pues los músicos estaban aquí hasta después de la procesión de la Virgen.

No obstante, Bailén junto a los pasodobles históricos Camino de rosas y Amparito Roca, eran las obras que la Unión Musical de Petrer tocaba con reiteración, en sus pasacalles tanto de estas fiestas de octubre, como en aquellos que protagonizaba previos a las procesiones del Corpus, el Santísimo Cristo, San Bartolomé, o durante las fiestas de San Bonifacio, acompañando a la Comparsa de Flamencos.Pasacalles donde toda la chiquillería íbamos delante de “la música”, y por ello ayer, al escuchar las notas de Bailén a muchos niños de aquellos años cincuenta que estábamos en la plaza, nos vino a la mente lo de la banda militar.

Y es que si tiempo atrás en los pasacalles se le daba un aire de pasodoble, en el concierto, el director de la banda, Luis Sánchez, le imprimió su ritmo original, mucho mas marcial, marcado por el redoble de los tambores.Creo no exagerar si digo que Bailén, después de haber sido “banda sonora” por nuestras calles durante muchos años, hará mas de 50 que no la interpretan ni la Unión Musical ni la Virgen del Remedio.

Añoranzas aparte, dio gusto escuchar en concierto el pasodoble Ecos Españoles, maltratado y vituperado por los grupos musicales que lo tocan en las fiestas, donde ni se matiza ni se escucha a los instrumentos solistas. Lo mismo podría decirse de Flores Españolas, no tan trillado en festejos de calle, pero bastante popular.

Todos los pasodobles y marchas recibieron calurosos aplausos del público, con especial intensidad al preludio de La revoltosa.

El concierto contó con una notable asistencia, ocupándose todas las sillas habilitadas, lo que obligó a buena parte del público y a las primeras autoridades locales, con el alcalde Alfonso Lacasa al frente, a seguirlo de pié.

Puntualidad absoluta, pues cuando la campana de la Iglesia de San Bartolomé daba las 8 de la tarde, la banda ya ejecutaba su primer obra.