El primer fin de semana de septiembre ha resultado especialmente accidentado en la localidad. El parte policial desvela dos nuevos robos de combustible, un allanamientos de morada, dos pequeñas hogueras que necesitaron de la presencia de los agentes, el escape de dos mastines, seis denuncias por alcoholemia al vehículo, un accidente importante y hasta varios vehículos en llamas, amén de tres desmayos en la vía pública.
Respecto a los robos de combustible, del que quizá aventuramos demasiado pronto que podrían haberse acabado con la detención de un sospechoso la pasada semana, se han producido dos nuevos casos en turismos particulares, en la Avenida de la Bassa Perico y en Felipe V. El allanamiento de morada se produjo en una vivienda de la calle La Mancha, de la que forzaron su cerradura; de esta naturaleza, se han producido al menos una decena de casos en este verano en la localidad.
La amenaza del fuego también volvió a estar presente durante el fin de semana. Los avisos de los ciudadanos, profundamente concienciados con esta problemática, evitaron males mayores. La primera alarma se dio en la partida del Cotxinet, donde un vecino estaba «quemando rastrojos»; la policía le «ordena pagar el fuego, realizándolo ante los agentes». Más desconcertante fue un aviso del 112, en la mañana del domingo, que avisaba de un «incendio en al parte de detrás del cementerio de Petrer». Los agentes acuden al lugar y comprueban la veracidad de la llamada, «apagando por nuestros medios, no siendo necesaria la presencia de bomberos, una pequeña hoguera junto a un pino». En el lugar «no había nadie».
El verdadero peligro se vivió en la calle La Fuente en la madrugada del sábado. A un vehículo estacionado en el lugar, un Opel Astra, le prendieron fuego y comenzó a arder hasta casi calcinarse, provocando daños, más leves, en otros dos turismos contiguos, un Peugeot 207 y un Renault Megane. Además, los vándalos (o en singular) también atentaron contra el horno romano del lugar, del que fracturaron el cristal que lo protege con una piedra «de alrededor de un kilo», y también se «observaron daños (rotura) en el bordillo de la cera a la altura de los vehículos quemados». El Opel Astra, prácticamente calcinado, se ingresó en el depósito municipal para que la policía científica realice la investigación oportuna.
Ebrios al volante y desmayos
En su habitual rutina de control del tráfico, la Policía Local sorprendió hasta a seis conductores bajo los efectos del alcohol. Uno de ellos estuvo cerca de provocar una tragedia, al sufrir un accidente en la zona del cementerio de Elda: se despistó a la altura de la calle santa Bárbara de Elda y el vehículo saltó por encima de la isleta central, atravesando la misma y cayendo a la calle Elda. Afortunadamente, no había nadie en el momento en el carril, aunque uno de los acompañantes del vehículo siniestrado resultó herido y tuvo que ser trasladado al hospital. El vehículo acabó destrozado y fue retirado por Grúas Campayo, ya que no estaba en condiciones de circular.
Durante el fin de semana, los agentes también fueron requeridos por tres desmayos de vecinos en la vía pública, que acabaron todos siendo desplazados a un centro sanitario. Igualmente, los agentes tuvieron tiempo de buscar por la partida del Ginebre, sin resultados, dos mastines desaparecidos, un macho marrón y una hembra negra.
vaya mierda de pueblo