Siendo una de las aves más extendidas de Europa, las crías de pinzón vulgar tienen todos los cuidados que necesitan de sus padres, tanto en el nido (donde permanece dos semanas) como fuera de él (donde será alimentado por ambos congéneres durante un período de tiempo incluso un poco mayor).
En el período que transcurre desde que el pequeño pinzón abandona el nido hasta que se ha desarrollado lo suficiente para poder valerse por sí mismo (al principio son colicortos y sólo pueden realizar vuelos muy limitados), ambos congéneres, como muestra el vídeo, lo protegen y alimentan. En las primeras imágenes, es el pinzón macho el que incluso pela las pipas de girasol para embucharle la semilla a la cría. Al final del vídeo se puede ver también a la madre cuidando de ella.