Hace unos días, sobre las 7:30 de la mañana, me cité con una gran fotógrafo de fauna y un gran tipo como es Néstor Rico, para ir a uno de los hides situado en la finca L’Avaiol, mantenidos por la asociación de mismo nombre.
En primer lugar fuimos a buscar alimento para ponerlo en el hide y así atraer a todas las posibles aves que pudieran acudir para ser fotografiadas. Tras tenerlo ya todo preparado nos pusimos a la espera, pero no hizo falta esperar mucho, porque al poco tiempo empezaron a acudir las diferentes especies de aves. Acudieron el pito real, una pareja de mirlos, torcaces, herrerillo capuchino… y así hasta más de una decena de especies de aves, además de alguna que otra ardilla.
Fue una gran experiencia para mí; la sensación de que algún animal está cerca de la charca es muy emocionante y además la compañía de Néstor hizo más divertida la mañana, dándome todo tipo de consejos para fotografiar la fauna. De este modo las cinco horas que pasamos en el hide me supieron a poco y por eso espero poder repetir muchas veces más esta magnífica experiencia, que recomiendo.