Responsabilidad por nuestro futuro

Hoy en día los temas sobre el Medio Ambiente aparecen constantemente en los medios de comunicación. Los numerosos y graves impactos realizados por el Hombre han hecho que la preocupación sobre nuestro propio futuro alcance a gran parte de la sociedad. El abuso del consumo de energías fósiles (principal causante del efecto invernadero), la pérdida de hábitats debido al urbanismo desaforado o las infraestructuras en nuestra región, la falta de planificación territorial, el exceso en el uso de envases y embalajes utilizados en la venta de todo tipo de productos, son reflejo de los valores de nuestra sociedad de consumo que debemos replantearnos.

Pero no solo existen grandes afecciones provocadas por la sociedad en su conjunto, grandes empresas o administraciones, también en nuestra vida diaria provocamos, muchas veces sin saberlo, pequeños efectos sobre la Naturaleza que puede ser evitados fácilmente.

Muchos de nosotros como montañeros y escaladores, disfrutamos del entorno natural, de esa tranquilidad y armonía de la que nos gusta rodearnos. En estos últimos años, el colectivo de escaladores y senderistas, que buscamos disfrutar de nuestros montes y paredes a aumentado enormemente. Esta atractiva actividad ha llamado la atención de mucha gente y por ello cada vez somos más.

Además este entorno es compartido con otros colectivos de deportistas, como ciclistas, motoristas, cazadores, micólogos, fotógrafos, ornitólogos, espeleólogos y otros muchos visitantes esporádicos o asiduos de nuestros montes, que también cada vez son más numerosos.

Todos tenemos derecho a disfrutar del medio ambiente, ese es un derecho fundamental, pero también tenemos el deber de protegerlo y preservarlo tanto para nosotros mismos, como para las futuras generaciones. En la cuenta final, en mayor o menor medida todos sumamos.

Esta creciente presión sobre el medio natural provoca que la sociedad reclame de las administraciones una mayor regulación de las actividades que se realizan en el monte, para tratar de amortiguar la presión ejercida sobre los ecosistemas. Así ha ocurrido recientemente con la circulación de vehículos a motor por pistas forestales, cuya regulación ha terminado por restringir esta actividad, y hace ya más años con el uso del fuego en el monte.

Uno de las próximas actividades a regular, dada la escasa normativa existente, es la escalada.

Por ello debemos, como gran colectivo de montañeros y escaladores que somos, y asiduos visitantes de nuestro medio natural, en el que nuestra presencia es grande, hacer un ejercicio de responsabilidad colectiva y demostrar que nos importa el entorno y que lo respetamos, para lograr que la regulación que se realice en un futuro sea apropiada y equilibrada.

Se han dado casos, por muchos conocidos, en los que escaladores con pocos escrúpulos o poca información, han equipado vías de escalada clásica en Microrreservas de Flora, donde armados con azadas han eliminado especies en peligro de extinción.

También se han dado casos en los que la apertura de una nueva zona de escalada ha provocado varios casos de abandono de nidos de águila real y águila perdicera con la consiguiente muerte de los pollos de ese año.

A la mayoría de nosotros estas acciones nos parecen, como poco, una barbaridad, por ello no debemos tolerar estas actuaciones.

La normativa existente que regula actualmente nuestra actividad nos dice, que en caso de equipar en una pared en la que exista alguna figura de protección, por ejemplo, Lugares de Interés Comunitario (LIC), Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA), Microrreservas de Flora, o la Red de Espacios Naturales Protegidos, debemos solicitar la autorización para equipar en ese lugar, a la Consellería de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda.

En zonas que no tengan alguna figura especial de protección solo estamos obligados a solicitar permiso del propietario de los terrenos. En estos casos, la administración, después de haber sido equipada la zona o vía de escalada, valora por propia iniciativa, el impacto que ejerce la zona de escalada en el medio natural. Entonces puede no restringir la escalada, hacerlo algunos meses o en casos raros, todo el año.

El problema es que si la restricción es necesaria, ésta llega cuando el daño ya se ha hecho. Para evitarlo, y actuar con responsabilidad, hay una solución sencilla. Ponernos en contacto con los Agentes Medioambientales de nuestra comarca o con los técnicos del servicio de biodiversidad de nuestra provincia, y consultar si en la zona donde queremos equipar hay riesgo de afectar algún nido de rapaz o comunidad de flora amenazada.

Con esta actitud conseguiremos reducir nuestro impacto en el entorno y ganarnos la confianza de la sociedad.

TELÉFONO DE CONSULTAS (PROP): 012 (gratuito desde cabinas telefónicas) y solicitar ponernos en contacto con el Agente Medioambiental de nuestro municipio.

One thought on “Responsabilidad por nuestro futuro”

  1. Querido Raùl:
    los dos sabemos de nuestro amor por nuestras montañas, lugares en que hemos compartido algunos de los mejores momentos de nuestras vidas, deseo que siga siendo asì y me consta que tù tambièn.
    Coincidimos en que la presiòn que ejercemos como escaladores sobre un espacio cada vez màs reducido no es un tema que se deba tomar a la ligera, falta mucha educaciòn en este paìs y en el tema ambiental màs…
    pero no puedo estar de acuerdo con algunas de las medidas (en algunos casos desproporcionadas) adoptadas por parte de la administraciòn (o los tècnic@s de turno desde sus sillones)… y lo còmodo es prohibir y no implicarse (sè que la falta de implicaciòn no es tu caso, Raùl, ojalà se pudiera decir esto de todo el mundo…)
    espero que administraciòn y escaladores podamos llegar a entendernos y mediante la colaboraciòn alcanzar la meta comùn: preservar aquello que amamos, nuestras montañas, para que puedan ser disfrutadas en todo su esplendor por otros que nos seguiràn…
    un abrazo de tu amigo
    Santi

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