Los visitantes más vistosos

Llega la época estival y con la subida de las temperaturas, ciertas aves migratorias se dejan ver por nuestra zona. Dos de las más vistosas y llamativas son, sin duda, la oropéndola, con su amarillo chillón, y el abejaruco, el pájaro «arco iris».

La oropéndola (Oriolus oriolus, literalmente «ave de oro» y que, por cierto, da nombre a la ciudad de Orihuela) es de las aves más difíciles de observar y prácticamente, hasta hoy, no teníamos documentos gráficos de su presencia en la zona. Tras invernar en los trópicos, se desplaza al sur de Europa y África, donde aprovechará para reproducirse. En estas imágenes, como decimos de gran dificultad de obtención, se observa su plumaje dorado (las imágenes son de la hembra, con un tono más apagado), y la hemos observado bebiendo en las charcas que tenemos habilitadas por el término desde la Asociación de Amigos del Valle de L’Avaiol, desmintiendo así la opinión de muchos ornitólogos que sostienen que no acude a bebederos, porque su alimentación ya es rica en agua.

El abejaruco ya ha aparecido en otras ocasiones en la publicación. Sin embargo, hoy les mostramos una secuencia que no tiene desperdicio y en la que se observa la división de tareas entre la hembra y el macho. El abejaruco hembra se dedica a construir el nido escarbando en una pared de tierra con el pico, mientras que el macho se encargará de suministrarle alimento. Así, de vez en cuando, la hembra se tomará un alto en el trabajo y buscará un posadero cercano al que se acercará el macho con la comida (insectos, en especial abejas) preparada para la pareja. En la foto se aprecia claramente como la hembra se deshace de la arena endurecida sobre la que ha estado trabajando y se prepara para recibir el el alimento. También las hemos captado copulando.

La oropéndola bebiendo agua. Sentí auténtica emoción cuando la vi porque es una especie que nunca había podido retratar.
Aquí vemos a la escurridiza ave posada en un cardo.
Otra imagen de la oropéndola (en todas se trata de la hembra).
La oropéndola pasará la época estival en la zona.
El abejaruco macho, en vuelo, intenta divisar el posadero de su pareja.
Aquí se perfectamente (amplíen) como el abejaruco hembra se deshace de los restos (arena endurecida) que llevaba en el pico de las labores de crear el nido para recibir el alimento que le trae el macho.
Como hemos relatado en el texto, tras trabajar en el nido la hembra busca un posadero y el macho le trae la comida.
Imagen inmediatamente posterior de la secuencia.
El abejaruco hembra finalmente acepta la comida que le ofrece su pareja.
La pareja copulando.

 

 

 

 

 

 

2 thoughts on “Los visitantes más vistosos”

  1. Enhorabuena como siempre Nestor. Has fotografiado dos especies realmente esquivas.La oropendola (L´oriol)no la habia visto nunca , bebiendo agua, y llevo bastantes años «mirando pajaricos». Los abejarucos tambien cada vez estan más dificiles de observar.
    Lo dicho ¡unas fotos estupendas!

  2. Enhorabuena Nestor por las fotos.
    respecto a la Oropendola decirte que este año es el primero que he visto esta escurridiza ave, la he visto en tres ocasiones y es un macho. la primera vez que la vi revolotear quede fascinado por el color amarillo dorado que tiene.

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