Iluminando a las aves

En esta entrega, Néstor Rico nos sigue contando las técnicas que emplea para lograr estos grandes resultados. Así, para lograr estas imágenes, Néstor ha estado usando tres flashes de apoyo: el primero, frontal al posadero donde se pondrá el animal; el segundo, usado como contraluz, se coloca en la parte trasera del animal, un poco ladeado  y con más potencia del primero, con la intención de recortar la silueta en la instantánea; y el tercero se usa para iluminar el fondo de la imagen (de no hacerlo, el fondo siempre sería negro). La cámara lleva un emisor y los flashes un receptor, para que se disparen al mismo tiempo. «Se tarda media hora como mínimo para prepararlo todo, los flashes y los trípodes deben camuflarse con la vegetación del sitio para no asustar a las aves», nos cuenta Néstor. La pega de este tipo de fotografías es que uno se limita a donde está el posadero, por lo que se hacen menos cantidad de fotos por sesión, pero de una mayor nitidez y calidad, como puede verse a continuación.

Arrendajo.
Petirrojo.
Herrerillo capuchino.
Otra de herrerillo capuchino.
Y aquí, en una pose ciertamente estética.
Se trata de conseguir una iluminación homogénea sobre el pájaro y el fondo, resaltando pequeños detalles.
Para la textura del fondo, se buscan espacios con una gama de colores suaves o, de no poder optar a ello, se colocan cartulinas o escenarios.
Totalmente frontal, con su característica cresta.
La última de la serie de este bonito pájaro.
Colirrojo tizón hembra.
Carbonero garrapinos a punto de despegar el vuelo.
El pequeño mito.

 

One thought on “Iluminando a las aves”

  1. Una nitidez mayúscula, vaya fotones, que estás consiguiendo. Quienes te hemos ido siguiendo en tus aventuras fotográficas, hemos ido notando el aumento de calidad en cada uno de tus trabajos.
    Sigue así, porque, para apreciar lo que tenemos, nos hacen falta tu arte.
    Un saludo.

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