En el artículo que presentamos a continuación hablaremos de una especie curiosa que nos invita desde el continente africano para reproducirse de una forma muy curiosa en nuestros montes.

Su nombre es críalo, es un ave bastante difícil de ver y más difícil de fotografiar. Esta primavera he estado alrededor de dos meses observando en intervalos de 2 o 3 días a la semana la evolución de un nido de estos. Pero lo más peculiar es la forma que tienen estas aves de criar.

Son aves parásitas, esto quiere decir que copula la pareja y deposita sus huevos en nidos de otras aves, principalmente córvidos, en este caso en particular engañaron a una pareja de simpáticas urracas.

Me he estado documentando y dicen que esta especie deposita 1 ó 2 huevos en el nido del patrón, a la vez que elimina 1 o 2 huevos del propietario legítimo, pero mis observaciones  en los últimos 6 años es bien distinta.

En el caso de este nido en concreto, la urraca deposita 7 huevos de los cuales todos fueron eliminados y cambiados por nada menos que 16 huevos de críalo, aunque esta foto no pude conseguirla. De los 16 huevos eclosionaron 10 de ellos y conforme iban pasando los días, debido a la voracidad de estos pollos, y como es la cruda realidad de la vida en el mundo natural,  los más fuertes y aventajados fueron ganando la partida a sus hermanos más débiles. En 2 de las fotografías puede observarse a 3 pollos agonizando al borde de la muerte.

Acabando ya, quería decir que las últimas fotos son ya de dos pollos volanderos y primerizos en el arte de volar, que al final se posaron con bastante continuidad en un posadero cercano al nido que yo había colocado unas semanas antes. Quería agradecerle a mi madre su colaboración en la tarea de trabajo de campo, acompañándome todos los días menos los últimos en los que empleé  un “hide” móvil para poder fotografiar a los cinco ya casi adultos.