Aquí os dejamos con el cuco y su canto, en unas imágenes tomadas en uno de nuestros escondites. El cuco es un ave muy difícil de observar y grabar, pero hay ocasiones en los que se siente más osados y se muestran más abiertamente. El celo es una de esas ocasiones y, para mi suerte, hasta cinco ejemplares pude contemplar la mañana en que tomamos el vídeo. Y además se le ve y oye cantar, ese canto que, tradicionalmente, y junto a la presencia de la oropéndola y el abejaruco, se asimila en nuestro territorio con los últimos días de la primavera que va dejando paso al verano.

El cuco -junto al críalo, las dos únicas aves parásitas de la península- llega de áfrica en marzo-abril, en mayo comienzan con los cantos y las cópulas y el parasitismo a otras especies. El cuco es más pequeño que el críalo y a diferencia de este, que parasita aves semejantes a su tamaño -en especial córvidos-, el cuco busca especies mucho más pequeñas (currucas, verdecillos, etc.) . En septiembre, ambas especies abandonan la península, cuando vuelve la estación de aguas a África.