El grupo Compromís lamenta profundamente el uso que se está haciendo del voluntariado de manera partidista e interesada por parte de la concejalía de medio ambiente con el único propósito de aparentar un interés por la limpieza de nuestros espacios naturales (en este caso el pantano) que no ha existido durante toda la legislatura. Si ese interés fuese real, hace años que el pantano habría sido declarado Paraje Municipal Protegido, como venimos reclamando desde la oposición.
En muchas áreas (no solo medioambientales, también en sanidad o educación) el voluntariado es una herramienta imprescindible que refuerza la labor de la administración pública y de los profesionales de la acción social, pero nunca los debería sustituir ni suplantar. Utilizar algo tan valioso como el voluntariado para tapar descaradamente las deficiencias, en este caso medioambientales, del municipio Elda es inmoral y está lejos de solucionar el problema de fondo, que es la falta de protección y cuidados del Partido Popular hacia nuestros espacios verdes.
Tenemos entre Petrer y Elda más de 400 profesionales en grado medio y alto de forestales, en su mayoría parados de larga duración. Con este panorma, En el año 2012 el PP hizo desaparecer el PAMER, que además de ser un plan de empleo contribuía a la conservación y mantenimiento de los espacios naturales. Además ha promovido el desmantelamiento sistemático de los recursos forestales con recortes continuados año tras año, reduciendo el personal y los materiales dedicados al medio ambiente valenciano.
También resulta paradójico que el edil de Medio Ambiente, Jesús Sarabia, apele a la importancia de la participación ciudadana cuando no ha convocado ningún consejo de Medio Ambiente desde 2011, una reclamación que nosotros venimos haciendo desde hace dos años y que parece no escuchar.
Es importante no olvidar el uso social que debe reservarse para el patrimonio natural, desde el punto de vista ecológico, científico, educativo y socioeconómico para el disfrute de la naturaleza. Esta función social es una de las principales que debe cumplir los espacios naturales protegidos.
El incendio del pasado abril en el cauce del Vinalopó ya fue una advertencia, un primer aviso de las consecuencias de la falta de control en estos espacios. Si no se cumplen con los principios de prevención ni se manifiesta un compromiso por parte de la administración local más allá de un voluntariado para adornar su campaña, las ocho hectáreas que se quemaron podrían convertirse mañana en dieciocho. El compromiso medioambiental se mide a la larga, con hechos que van más allá de meras apariencias. Elda lleva en este asunto muchos años de retraso y desde luego el PP ha demostrado no estar concienciado.