Casas para todos

Desde el Paisaje Protegido de la Serra del Maigmó i Serra del Sit han programado una actividad para el próximo viernes 26 de octubre, consistente en la colocación de cajas-nido para aves insectívoras en las inmediaciones del Racó del Xoli (Rincón Bello). La actividad, llamada «Volant per les serres del Maigmó i del Sit», comenzará a las diez de la mañana ya en el paraje y se extenderá hasta mediodía; los participantes recibirán una breve introducción la finalidad de la acción y acompañarán a los técnicos del paisaje en la colocación de las cajas-nido. Las plazas están limitadas y requiere inscripción previa (para participar, pueden escribir a paisatge_serresmaigmoisit@gva.es o llamar al 660127466).

Hemos pedido a la técnico del Paisaje Protegido, Carmen Manero, que nos explicase los fundamentos medioambientales detrás de esta acción y nos ha remitido este completo texto que reproducimos a continuación.

Carbonero en el Paisaje Protegido. Foto por J.G. Pérez.

«Para las aves trogloditas, que crían en agujeros, la disponibilidad de los mismos puede ser un factor limitante de su tamaño poblacional (Lack, 1968). La colocación de cajas-nido incrementa la disponibilidad de huecos donde estas aves pueden reproducirse, y, por tanto, pueden incrementar su tamaño poblacional (Potti & Montalvo, 1990). Prueba de ello es que en zonas donde se colocan cajas-nido la densidad de aves trogloditas por hectárea es mayor que en zonas donde no se colocan nidales (Sanz, 2000). La colocación de cajas-nido, además, tiene un efecto indirecto sobre el control de plagas producidas por los insectos presas de estas aves, cuyas densidades disminuyen, y, por tanto, también tienen un efecto positivo sobre el crecimiento de las plantas afectadas por dichos insectos (Atlegrim, 1989; Marquis & Whelan, 1994; Sanz, 2001). Es por ello por lo que la colocación de cajas-nido es considerada como una importante herramienta de conservación, tanto de las aves insectívoras, como de los bosques.

Una de las familias de aves forestales que más comúnmente utilizan las cajas-nido es la de los Páridos. Diversos autores han observado que los Páridos (principalmente el carbonero común) son, junto con los Cucúlidos (cuco común y críalo europeo), los  principales predadores de orugas de procesionaria del pino, al agujerear los bolsones  invernales y capturar las larvas, ingeridas después de eliminar los pelos urticantes (Obeso 1987; Pimentel y Nilsson en prep).

Los pinares constituyen la vegetación forestal actualmente dominante en el paisaje protegido de la Serra del Maigmó i Serra del Sit, con sotobosque de lentisco, o bien matorral  aciculifolio de romero y brezo. Se trata, en gran medida, de bosques secundarios, de  sustitución de los encinares preexistentes, de los que hoy sólo quedan manchas vestigiales  o  pies aislados.  El pino carrasco se caracteriza por la carencia de oquedades naturales, incluso en los ejemplares más maduros. Este hecho podría estar limitando la abundancia de páridos y otras especies trogloditas.

Uno de los objetivos de esta actuación es, por una parte, favorecer la lucha biológica  contra la procesionaria del pino, potenciando las poblaciones de su principal predador con la instalación de cajas-nido. A su vez, se pretende comprobar si la disponibilidad de oquedades supone un factor limitante para las aves en los pinares. Si en unos cuantos años (uno de colocación y tres de seguimiento) la densidad de Páridos (ocupación de cajas-nido) no ha  aumentado significativamente, cabe pensar que es la baja calidad del hábitat la que limita  su expansión.

Por otra parte, dada la buena acogida que suelen tener estas actuaciones entre la población, según se desprende de la experiencia en otros espacios protegidos, otro de los objetivos es implicar a distintas personas interesadas en participar en actividades para la conservación del medio y que se comprometan a continuar el proyecto a largo plazo.

Descripción de la actividad

Consiste básicamente en la colocación de cajas-nido previamente construidas por la brigada de conservación del paisaje. La actividad se iniciará con una introducción donde se detallarán los objetivos que se pretenden conseguir y se expondrán las consideraciones más arriba descritas. Las cajas se colgarán de las ramas más gruesas de los árboles seleccionados con la ayuda de una pértiga, previamente construida por la brigada del paisaje. Durante la actividad se concretarán todas las especificaciones que deben ser tenidas en cuenta para su colocación, de modo que resulten seguras para los posibles ocupantes y no se causen daños al árbol que las alberga.

Cada caja constará de un número, en un lateral o en la base, que las identifique. Para cada una de ellas y en el momento de la colocación, se anotarán las coordenadas obtenidas con la ayuda de un GPS para su posterior localización.

El periodo de colocación se establece desde octubre a febrero, el de control en mayo y el de revisión y mantenimiento entre diciembre y enero. El control de las cajas, cuya finalidad es conocer qué especies se han instalado en ellas, se hará observándolas a distancia para no ocasionar molestias a los posibles ocupantes.

En cuanto a la revisión y mantenimiento, cada invierno los participantes, junto con el personal del paisaje, revisarán las cajas para limpiarlas y comprobar que no tengan desperfectos. Las cajas que presenten un estado dudoso se retirarán para ser reparadas o desechadas».

 

 

 

2 thoughts on “Casas para todos”

  1. Me encantan estos proyectos,es cierto la necesidad de estas casas artificiales por la carencia de nuestra vegetacion,de nuestros arboles de producir oquedades en sus troncos,que mucha de nuestra fauna lo utiliza como refugio y cria,desde aqui animo a todo el que pueda que participe,sin mas un saludo….

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