La técnica de alta velocidad está cobrando auge entre los fotógrafos de la naturaleza. A pesar de que la especialidad de alta velocidad es relativamente compleja, pues requiere el dominio de los flashes y trabajar con precisión, los resultados son tan extraordinariamente vistosos que merece la pena el aprendizaje.

Se trata de conseguir velocidades de disparo superiores a las que puede ofrecer cualquier cámara del mercado. Con esta técnica es normal trabajar con velocidades por encima del 1/8.000 y  de esto modo puedes “congelar” el movimiento del pájaro más veloz. Por ejemplo, del rapidísimo herrerillo capuchino (Parus cristatus) entre otros, como veremos a continuación.

Breve resumen de la técnica:

En alta velocidad con flashes, la configuración de los mismos, su distancia al sujeto y el ángulo de iluminación (o dirección de la luz) son los principios fundamentales de la técnica.

Hay diferentes posibilidades para hacer alta velocidad: en estudio, al anochecer y en cualquier situación en que se pueda poner toda la luz a la escena mediante flashes.

Estas fotos están realizadas en el campo, en la reserva natural L´Avaiol, con un escenario a la sombra y los fotógrafos y las cámaras dentro de un escondite. Disparamos a mano, con cable disparador, cuando el pájaro entraba en el comedero. Todo está preparado y pre-enfocado de antemano, pues en el mejor de los casos únicamente se tiene tiempo de pulsar el disparador. Muchas de las fotos que tomamos no son buenas, pues están cortadas, desenfocadas, ¡o ni siquiera habíamos pillado al pájaro dentro del encuadre! Colocar un posadero de pre-entrada al comedero es vital para que de tiempo a disparar. Es muy divertido y los resultados pueden ser maravillosos.

¿Cómo lo hicimos?

1º Montamos un bonito escenario a la sombra y nos las arreglamos para que el pajarillo se posara donde necesitábamos poniéndole comida. También utilizamos un fondo artificial (una foto de paisaje desenfocada).

2º Configuramos nuestras cámaras para que si se hiciera una foto sin flashes saliera negra. Por ejemplo, estando a la sombra podría ser: Velocidad 1/250, ISO 200, f. 14. De esta manera se asegura que toda la luz de la escena sea la que se aporta con los flashes.

3º Montamos un esquema de flashes: En este caso entre 3 y 5 por fotógrafo. Mínimo dos al pájaro y uno al fondo para que quede iluminado. Los flashes en manual con potencias parciales de 1/16 y más o menos a 1 metro del escenario (hay que ir probando y ajustando la distancia o la potencia del flash).

El montaje que se muestra aquí lo hicimos entre Cesar Pastor, Gabriel García y yo, lleva 12 flashes, pues cada fotógrafo tenía su propio esquema de luces. ¡Y sí, por increíble que parezca los pajarillos entran una y otra vez! El primer día tardamos más de dos horas en montarlo todo y afinar. El segundo día en 30 minutos ya estábamos dentro del escondite, disfrutando con las entradas de nuestros pequeños amigos.