Noticias, reportajes e imágenes del terremoto que asoló la ciudad murciana de Lorca el pasado 11 de mayo han inundado las páginas y espacios de los medios de comunicación de todo el país, relatando todo tipo de historias; retratando a sus múltiples protagonistas. También un ciudadano petrerí, Gustavo Díaz, fotógrafo colaborador de esta publicación, nos muestra su experiencia en la ciudad a través de las imágenes que recogió en su paso por ella.
Este chico decidió, junto con su esposa Marta, desplazarse hasta el lugar aquejado por el seísmo para colaborar con las víctimas del acontecimiento. En principio, la pareja tenía pensado viajar a la ciudad esta misma semana, puesto que los anteriores días Petrer estaba inmersa en la celebración de sus fiestas de Moros y Cristianos y, a pesar de no desfilar ninguno de los dos, siempre han disfrutado de ellas. Sin embargo, tras ponerse en contacto Marta con los centros coordinadores que gestionan la situación, ambos sintieron la necesidad de anteponer su colaboración con esta causa al disfrute de las fiestas. Y así fue como, sin pensarlo más, reunieron la ropa, zapatos, mantas… que no usaban e incluso realizaron una compra con productos de primera necesidad como agua, leche, productos de higiene personal, comestibles y no perecederos… para entregarlos a la Cruz Roja a su llegada a Lorca.
La pareja puso rumbo a la localidad el pasado domingo, encontrándose con un panorama muy distinto al bullicio y la alegría que acababan de dejar atrás. Cascotes en medio de las calles les relataban de primera mano el acontecimiento vivido. Ciudadanos sosteniendo sus pertenencias en bolsas o maletas dejaban patente la incertidumbre de un pueblo que no sabe cuándo volverá a la normalidad. Gustavo cuenta cómo han podido escuchar comentarios muy duros. “No tengo dónde dormir” o “hoy no he tomado ni un vaso de leche” eran emitidos por muy distintas personas. Sin embargo, este petrerí señala que el grupo más necesitado es el colectivo inmigrante puesto que “no tienen familia que les acoja, algo que no ocurre con el resto de habitantes locales”.
Además, otro tipo de problema también comienza a acechar a la localidad, es el caso de los saqueos. Gustavo relata que este tipo de delitos ya se empiezan a dejar ver en una ciudad que afectada por un terremoto que se ha cobrado nueve víctimas mortales y ha dejado numerosos heridos y ciudadanos sin el cobijo que le brindaban los que , hasta ese 11 de mayo, han sido sus hogares.