Se han repartido España. Ya no queda nada de lo que fue. Cada cual, en su codicia, en su avaricia, se ha posesionado de su feudo, y hemos vuelto al sistema feudal, sí, al sistema de los señores encumbrados en los castillos-ayuntamientos, en las diputaciones-palacios, en las consejerias-fortalezas, todos ellos inexpugnables para el ciudadano sometido a toda clase de tropelías. Y aún nos quieren hacer creer que velan por unos ideales manidos, nos llenan de palabras huecas y nos tiran a la arena para que nos peleemos y saquemos los dientes por unos y otros. Que manera de manipular, que descaro, ya se creen tan impunes que ni se molestan en disimular un poco. Preparan a sus retoños para convertir sus puestos en hereditarios, de familia política en España ya tienes un puesto asegurado en el partido y un puesto asegurado en la administración (ejemplo: familia Leire) manejada por uno u otro que viene a ser lo mismo. No dejan entrar a nadie en su logia, no dejan que ideas nuevas, que gente preparada con ganas de trabajar (ejemplo: Manuel Pizarro), con verdaderos conocimientos se meta a moverles su silla, a ponerles en evidencia, se han convertido en predadores guardando su guarida, protegiéndose unos a otros. Son las nuevas logias con siglas conocidas, PP versus PSOE. No hace falta hacer una recopilación de datos que constate lo que digo, todos tenemos memoria personal, no “histórica” manipulada. Y así estamos, oyendo noticias como la aparecida ayer en los medios, la denuncia de los inspectores fiscales obligados por la administración, mandados por los señores feudales a extorsionar al ciudadano, a meterle miedo y sanciones, a tirarle y quitarle sus pocas posesiones en favor del mantenimiento del status de este sistema enfermo que tarde o temprano tendrá que pasar por quirófano. Ya no se quedan en manipular el Sistema Judicial con todo descaro, ya directamente van a por el ciudadano que trabaja, que mantiene al país. Ayer oyendo al portavoz de los inspectores fiscales, me venia a la mente imágenes de los cuentos que nos contaban de pequeños, imágenes de películas en las que los sicarios del señor feudal llegaban a las pobres y humildes casas de los campesinos a exigirles más impuestos, el cuento se repite, no aprendemos la moraleja. Sus mentes son tan pequeñas, su imaginación tan corta, son tan pobre en inteligencia creativa que no saben obtener dinero de otra forma, solo de los demás que es de lo que viven. Estoy segura que nadie en este país se niega a mantener un estado del bienestar en el que todos tengamos asistencia social, lo que seguro que no queremos y no podemos mantener es en lo que se ha convertido nuestro sistema político, un sistema cerrado y oscuro, en el que las cifras que pagamos el contribuyente a los políticos nos son negadas. No sabemos lo que gana el alcalde o alcaldesa de nuestro pueblo, no sabemos cuantos cargos públicos y no públicos desarrolla, cuanto dinero de libre disposición manipula, cuantos complementos, dietas, etc. , percibe. Todo lo anterior le es negado al pueblo que es quien lo paga. Es claro que ellos mismos se avergüenzan de lo que hacen cuando no dan luz al asunto.

Me gusta pensar en soluciones, se que en el problema está la solución, pero se me escapa.