No deja de sorprenderme la capacidad que tenemos los humanos para catalogar al mundo, para clasificarlo, darle nombre y así hacernos la ilusión de que lo conocemos.
En el marco reduccionista al que se ha visto abocada la política en este país, donde solo se conoce la posibilidad de eres de derechas o eres de izquierda, me gustaría puntualizar lo que ya es sabido por todos, me gustaría recordar una transición política rica en ideas y posturas que dio como fruto una constitución y un proyecto común, un proyecto productivo no un proyecto demagógico, que es en lo que hemos caído. Recordar que había un amplio espectro de ideas enmarcadas en partidos políticos que hacían más rico el panorama hoy empobrecido con la venta del voto de izquierdas al partido socialista, el llamado voto útil, que se lo ha comido con patatas. Ya no hay partido comunista, ya no hay sindicatos que representen a los trabajadores ni a sus intereses ya que el gobierno se denomina de izquierdas y por tanto, estos sindicatos no se pronuncian, que son “de los suyos”. Que el gobierno llamado de izquierdas, pero con clara política de derecha en los hechos, ha decidido aumentar los impuestos, congelar salarios al funcionariado, algo que criticaban en su campaña política en las últimas elecciones, los sindicatos son sordos, no están.; que el gobierno exige a los españoles austeridad mientras el propio presidente se va de vacaciones al palacio de Lanzarote regalado al rey de España y cedido por este al Patrimonio Nacional, no pasa nada, es de nombre socialista aunque su comportamiento sea de reyezuelo, que parece que va unido al cargo, recuerdo a Aznar casar a su hija en el Monasterio del Escorial cual hija de reyes. Además, porque se va a ahorrar eliminando ministerios inútiles y costosísimos, que esto es una cadena de favores y a los que apoyaron cuando subía hay que darles un buen ministerio, o la pertinente licencia de recaudación de derechos de autor ( SGA), más impuestos para el pueblo pero diferentes porque son de los denominados de “izquierda”, estos duelen menos al ciudadano que es el que mantiene con su sueldo las instituciones, hay que estrujarlo al máximo, tienen que compartir, creando una conciencia culpable si no están de acuerdo con la medida, pura manipulación, discursos demagógicos, enrevesados, poco claros, en los que se percibe que se esconde algo, poco fiables, que nos da una mayor inseguridad que si nos hablaran claramente, que ya somos mayores.
Se ha caído en un juego peligroso en el que todo parece amañado, en claras disputas mediáticas, entupidas, que molestan y ofenden la inteligencia del ciudadano que no puede creer que lo que está viendo y oyendo sea posible. Mentiras, manipulaciones, y un claro desprestigio de todo el sistema democrático, que está pidiendo a gritos una modificación, un cambio de rumbo, pese a quien pese. Mucha gente se conforma, cree que no se puede hacer nada, es lo que hay, y su desaliento es el peor consejero para conseguir esa reforma. Si ese desaliento hubiera existido durante la transición, si los hombres que la hicieron posible no hubieran tenido unas mentes visionarias, creadoras de la nueva realidad de un país, aún estaríamos bajo una dictadura. Entonces a qué tenemos miedo, si es posible conseguir ese estado que soñamos, es un estado simple gobernado por gestores reputados por su trabajo y por sus conocimientos demostrados, gente que sepa administrar el dinero de todos para el bien de todos, que convierta ese dinero en algo productivo no en limosnas de 400 euros al mes para familias de al menos 4 miembros (= arroz bajo un puente). La gente quiere trabajo, sentirse útil, y todos tenemos algún valor para la sociedad, todos.
Mostrar nuestra posición sin dejar que nos encasillen en uno y otro bando, no dejarnos atrapar en su trampa, y hacer evidente que hay otras maneras de hacer las cosas sabiendo que ya hay mentes en ello y que es posible.
Que forma más sofisticada de pedir el voto para el PP. ¿O esta pidiendo un nuevo Franco que acabe con el caós reinante? Doña Petra, tiene el plumero muy largo, se le ve siempre. Ya sabemos que en la izquierda hay muchas cosas por mejorar, en cambio en la derecha no, todas estan perfectamente pensadas con un mismo objetivo: «hundir en la miseria a la clase trabajadora». Vd misma, tan sabia y regeneracionista, las podría explicar a los lectores en uno de esos artículos «objeticos» que escribe.
De su definición de la transición (hay quien la llama transacción)se deduce que la vivió de lejos o desde los telediarios. Como no podía ser menos existen opiniones diferentes que se basan en hechos bastante reales. Veamos alguno.
La Transición española se inicia con la muerte del dictador, que debilita los frenos de sectores importantes de la sociedad, de derechas y de izquierdas, como ahora. Su carácter no es en ningún momento ni pacífico ni ejemplar. Más ejemplar sería, en todo caso, el de la transición portuguesa, donde las manifestaciones no fueron reprimidas al rebuzno de «la calle es mía», con algunas decenas de manifestantes asesinados. Cero víctimas es el resultado de las movilizaciones en portugal.
Si miramos la prensa de hoy veremos que en Chile se está enjuiciando a un número considerables de los responsables de los asesinatos, desapariciones, torturas y represión del golpe de estado de hace 36 este mismo mes. Es España se aplicó la ley de Punto y final con lo que los muertos, como usted dice en otro lugar son de todos. Pero solo los asesinados por la dictadura y la transición. Seguramente no le dirán nada los nombres de Miguel Grau, Francisco Javier Verdejo, Teóofilo del Valle…No conocerá sobre el Caso Almería, la masacre de Vitoria…y no digamos de algún capítulo entero de esa tan querida constitución que usted falsamente dice común, redactado por los militares y que en alguna comunidad no obtuvo ni el 50% de los votos.
Repase la hemeroteca y descubrirá, todavía hoy, el ruido de sables que en aquellos tiempos acompañaba la letra de la constitución. Descubrirá que el motor principal de aquella transición fue el miedo. Si entonces regían nuestros destinos gente como Franco, Fraga, Suárez, Aznar, Martin Villa, etc, desde el Movimiento Nacional (que ellos llamaban glorioso),pasaron a regirlo las mismas personas desde Alianza Popular, hoy PP o desde UCD y CDS. En fin, collares nuevos.
Es curioso comprobar como en muchos de estos artículos, los comentaristas habituales os dedicais a encasillar a la escritora, llevando los textos a una interpretación tan interesada como la que denunciáis que hace, para luego rematar con frases del estilo «si entonces regían nuestros destinos gente como Franco (…) hoy lo hace el PP. En fin, collares nuevos»; que es de lo más rancio, tópico y fanático que se puede decir.
Que yo tampoco estoy de acuerdo en muchas cosas de esta sección, y he seguido con interés las críticas y los comentarios, pero comentarios de este estilo son propios de otros tiempos. Yo pienso también que ni derechas ni izquierdas, sino ninguna de esas y muchas más, y si la transición y la constitución, que para mí también ha quedado como ejemplar, no es tan solo por lo que se hizo entonces (tan discutible como todo es que «la redactaron los militares y punto»), sino por lo que ha permitido crear luego, y si no nació siendo un símbolo, ahora lo es, y yo creo en ella, que creo soy más joven y por supuesto no la viví como usted, pero que ahora me parece un legado necesario que se interpreta e inspira como ir más allá de los nombres y los tópicos. La derecha, la izquierda… Ninguna creo que nos representa ya, y el artículo va de avanzar en esas ideas, menos fanatismos, y para mí, menos fantasmas (que usted quizá no pueda olvidar, como posiblemente no podría yo tampoco de haberla vivido como usted) ; porque que voy a contarle, ya tenemos bastantes cruces a nuestra espalda para heredar los de nuestros padres y abuelos. ESPERO QUE MI GENERACIÓN DESTIERRE FANATISMOS TIPO DERECHA-IZQUIERDA y espero no haberle ofendido a usted ni nadie. Un saludo a todos.
Para Petra,Germán,Joán…( Si me lo permiten, claro ). El mundo trnscurre a un ritmo trepidante, más rapido que nuestro caminar y la historia cotidiana que entreteje se hace a cada paso más independiente de nosotros, sobrevolando nuestras ideas, que aún siendo encomiables, las va dejando detrás, no arrinconadas pero si lejanas. El tiempo que ahora vivimos, que no es de mi devoción, se harta de nuestro atasco, se impacienta con nuestras tozudas discusiones y aunque me parezca injusto, nos impone otras modas, otras emociones, otros sentimientos, lejos de la eterna estrofa..»derecha,derecha,izquierda,izquierda».
La «dictadura de la juventud», la feroz televisión, los nuevos medios,el capitalismo liberal que nos atrapa cada vez más,las modernas formas de «vivir la vida»,las crisis fabricadas por los de siempre,etc,,nos imponen unas nuevas autopistas de vida, desplazandonos a los idealistas, con todo mi respeto, a senderos secundarios y más tarde a la cuneta. Y a pesar de que en nuestro interior hiervan opiniones como las expresadas, afuera, en la calle hemos de sortear nuevos obstaculos.
Es otro escenario, otra obra distinta, otros actores.Permanezcamos, como no, con los ojos bien abiertos. Pero de esto a regresar a los tiempos del pasado siglo, a la enemistad y al estacazo, aunque este nos lo dieran siempre a los mismos…pues no.
Es tiempo,por fin, antes de quedarnos «averiados» en el camino para siempre, de que hagamos las paces aunque sea virtualmente.Incluso con nuestros «grandes enemigos» que se obstinan en darnos la razón que durante tantos años de franquismo nos negaron.Aquella historia, es cierto, no debemos de olvidarla, pero la escribieron otros hombres.Empezemos desde hoy a escribir la nuestra, la que leerean nuestros hijos…..Aquellos politicos, aquellos militares, aquellos funestos salvapatrias, aquellos…..no somos nosotros.
Amigo Ángel: Te aseguro que se pueden decir cosas más fanáticas que las que yo digo.Veamos, por ejemplo la Constitución, que en su artículo 57, hablando de la sucesión ¿democrática? en la monarquía decide que se elegirá «en el mismo grado, el varón a la mujer».Modernos que somos.
Veamos el «Artículo 8-1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.» Quien quiera cambiar la integridad territorial o el ordenamiento constitucional tendrá enfrente, no a los partidos de derecha o de izquierda, sino al ejército. Ya conocemos como interpretan el constitucionalismo estos cuerpos. Rectifico llegado a este punto en cuanto a la redacción; Quise decir algún título, que está confirmado, llevó un motorista en sobre cerrado a las cortes.
En cuanto a sindicatos dice el artículo 7:»Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios.
El artículo 6 aún es más generoso con los partidos:Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política.
Defender la Constitución es defender una legislación producto de un momento histórico muy diferente al actual. Unas obligaciones muy bien reguladas y unos derechos sociales como se puede apreciar dificiles de ejercer.
En cuanto a la izquierda y la derecha, defiendo que hay y aún debiera haber más diferencias entre sus representantes. Creo que existen determinados valores que no pueden compartir los defensores de la privatización de la salud, la enseñanza, la vivienda…y quienes pensamos que el estado ha de tener más papel redistribuidor de la riqueza. Como dice la Constitución.
Como dice JJ, yo creo también que es hora de reivindicar otras cosas, aún reconociendo que algunos problemas actuales puedan tener su base en ese pasado que citas Joan, porque una generación se «realiza» cuando impone sus ideas, sus referentes, sus mitos, sus sueños y fracasos y creo que los que nacimos en los 80 ya no nos sentimos deudores de ese pasado, o solo de su parte positiva, ni tenemos ganas de continuar con esas discusiones. Lo explico, estoy hablando de que no nos importa que Internet comenzara siendo un programa militar -solo lo disfrutamos por lo que hoy es y miramos a su futuro-, no nos importa que Iberoamérica fuera conquistada a la fuerza por españoles -solo disfrutamos de una lengua común y lazos culturales, y miramos al futuro-, no nos importa que Dios «castigara» hace dos mil años el estudio de la genética y la investigación con células madre. Todas esas «cruces», gráficamente dice Ángel, son una carga que quienes lo vemos «desde fuera» (por esto mismo) debemos ir dejando atrás, y las visiones bipolares, (bi)partidistas, también. Tanto mejor más nos centremos en mejorar el presente (para salir de una crisis «sin parangón», esperamos ver medidas «sin parangón», y no fórmulas y remedos del pasado que ya nos llevaran hasta aquí) y no hacer justicias con el pasado.
Para mí ideales sí, pero los de ahora -contenidos libres en la red, legalización de la marijuana, cese del toreo, leyes medioambientales, mezcla y solidaridad y tantos otros, por los que he luchado. Espero que si en diez años los de mi generación tendremos cuarenta, y la cosa ha ido bien y estamos en puestos de poder y responsabilidad no sigamos con el caduco discurso de conservadores y progres que hemos oído toda la vida. Luego dicen que no nos interesamos por la política, discutiendo sobre quien tiene un pasado más turbio o quien ha manipulado más desde el poder…-, la historia hay que conocerla y respetarla pero perpetuarla no .
Pero bueno, lo que pasa es que muchas de las medidas políticas y de todo tipo que hoy se toman y deciden lo que se hace o lo que no y como se hace, están basadas en una historia y un sistema creado en un pasado y que arrastra todo, y esta conversación no es para ver donde vamos, creo. Es para ver de donde viene donde estamos ahora (constitución, partidos políticos,etc ), y eso se discute, si la constitución fue un logro democratico o no, que ha hecho el pp y el psoe en su historia. Para cambiarla hay que conocer la historia y de eso va esto, de conocer que cosas nos cuelan que historicamente no ha sido así.