No son palabras vanas, no es optimismo sin más, el procurar mantener nuestra mente en equilibrio se convierte en una cuestión de supervivencia, es algo demostrado científicamente que si nuestro estado de animo es bajo el organismo segrega sustancias que, si el estado se prolonga, se convierten en nocivas para la salud (léase ira=bilis, miedo-estrés=adrenalina, etc.). Así, el procurar que nuestro pensamiento sea positivo se convierte en algo que nos hará más fuertes, con lo cual la selección natural nos favorece. Los que se mantienen en un estado mental negativo enfermarán más rápidamente y, en consecuencia, la negatividad como rasgo tiende a desaparecer por la ley de selección natural del genoma humano. Es algo inevitable pues que el ser humano sea positivo, que el estado de bienestar de su mente, el generar endorfinas, le prolongue la vida personal y, por ende, la de la humanidad.
Así la ciencia viene a corroborar lo que se intuía, ya no queda espacio en nuestro mundo para mensajes catastrofistas, no queda sitio para miedos infundados, nadie cree ya en el final del mundo, el mundo que se acaba y que debe acabar es el de la enfermedad producida por nuestros condicionamientos. Pero para que en nuestro mundo se manifieste el cambio es necesario hacer uso de nuestro libre albedrío, el dar el paso para decidirse a salir de ese estado de sufrimiento, de acabar con la creencia de que la tierra es un valle de lagrimas y empezar a creer para manifestar nuestra visión positiva de lo que pensamos y sabemos intuitivamente que debe ser el ser humano. Si nos vamos a dormir con confianza nos levantaremos tranquilos, pero si las preocupaciones nos agobian, al día siguiente nuestro rendimiento físico e intelectual estará mermado por lo que las posibilidades de supervivir serán más difíciles. Es cierto que no nos han enseñado como mantener ese estado, como evitar que los pájaros de mal agüero aniden en nuestra cabeza, pero hoy en día el que busca haya, hay muchísima gente preparada para dar clases de relajación y de pensamiento positivo, las clases de yoga también nos pueden ayudar, así como cualquier ejercicio físico que podamos realizar, hay donde elegir según sean nuestras preferencias, no es cuestión de dinero ya que en muchos centros sociales se imparten este tipo de clases, y si no se dan la demanda ciudadana hará que se extiendan más. Todo el mundo puede acceder a ellas independientemente de la edad, cultura, es algo que llega a todos.
Es un trabajo duro el reprogramar eliminando esos condicionamientos milenarios, es una tarea ardua que lleva asociadas muchas caídas, pero ya sabemos que lo importante es levantarse, que el permanecer sumidos en un estado de lamentación y victimismo nos lleva a la pérdida de salud y por tanto a la desaparición, así solo queda elegir, ¿Cuál es tu elección?.