La máscara de Ripley
Patricia Highsmith
Ed. Mosaico
La pregunta ‘¿qué me lectura me recomiendas?’ es una asidua visitante estival. El lector errante, ese que encuentra en las vacaciones de verano la época idónea para volver a los libros, se siente de repente aturdido por una variada y abundante oferta literaria. Yo tengo mi respuesta comodín, un acierto casi seguro: – ‘cualquier libro de Agatha Christie’. Lectura ligera, rápida, con la que el lector se siente implicado en la trama y que aporta ese halo de seriedad e importancia al tratarse de un clásico. Cuando recomiendo un ‘Agatha Christie’ no lo hago por mera costumbre, si no que yo misma practico con el ejemplo. Al menos así lo hacía hasta hace un par de años. Mi costumbre de adentrarme en la novela negra con motivo de mis visitas a la playa se vio pronto saturada de las historias de la escritora británica y por iniciativa propia decidí adentrarme en la obra de otra de las grandes del género: Patricia Highsmith. Y que mejor manera de hacerlo que con la primera entrega de la saga ‘Ripley’: El talento de Mr. Ripley. He de reconocer que me sorprendió gratamente. Nada tiene que ver con las tramas que Christie desarrolla, las de Highsmith son completamente distintas e injustamente comparables (cada una juega con sus propias cartas para construir la trama y mantener alerta al lector). Considero este cambio un salto en mi afición por la novela negra. Highsmith es más oscura y más siniestra, retrata el mundo de una manera en el que el bien y el mal no se encuentran del todo definidos. No justifica la crueldad de sus personajes, como tampoco su bondad, solo los comprende y busca a su vez la comprensión del lector. Es por eso que las obras de Highsmith, pese a su aparente sencillez estilística, están repletas de retratos psicológicos magistrales y perturbadores.
Ese monstruo llamado Thomas Ripley
Tras un largo periodo de maduración, decidí continuar disfrutando de las aventuras de ese norteamericano estafador, frío, calculador y tan encantador como es Thomas Ripley. La saga literaria, compuesta por cinco novelas, es una de las que más juego ha dado a la cinematografía contemporánea. Personalmente, me alejo de todas y cada una de las adaptaciones para poder enfrentarme a ellas tras haber leído todas las novelas y así no corromper mi inocencia literaria. Si con ‘El talento de Mr. Ripley’ Highsmith me convenció, con la continuación ‘La máscara de Ripley’, la novelista norteamericana me cautivó. Gracias a ella, la novela negra ha dejado de ser una lectura de playa para convertirse en una necesidad imperiosa que sacio a través de pequeñas dosis cada cierto tiempo (la tercera de las obras sobre Ripley, ‘El amigo americano’, espera paciente en mi modesta biblioteca).
Ripley sale airoso de su primera aventura y vive en la campiña francesa con su alma gemela, Heloise, una rica heredera europea que vive sin complicaciones y sin escrúpulos, a la cual las manipulaciones, estafas y asesinatos de su marido si sorprenden pero no asustan. Thomas Ripley también se dedica a la buena vida en la mansión de su esposa y vive el momento sin más preocupaciones que sus tareas de jardinería. Hasta que un día la estafa relacionada con la falsificación de obras de arte y que le proporciona ingresos extra amenaza con ser descubierta. Si eso sucediera, el nombre de Thomas Ripley se vería ensuciado por un asunto muy feo, su estabilidad y la idílica vida iniciada en su querida Europa desaparecerían, y eso es algo que Thomas Ripley no puede permitir. Como de novela de misterio se trata, hasta aquí puedo leer.
Esa creadora llamada Patricia Highsmith
Amante del arte, viajera y un tanto apática en cuanto a las relaciones sociales se refiere, Patricia Highsmith plasma todo ello en sus historias. La privilegiada posición económica de Ripley le permite viajar fácil y cómodamente por diversos puntos de Europa y en sus descripciones se observa como la escritora disfruta de la itinerancia de su protagonista y hace participe de ello al lector.Si bien el mundo del arte esta presente esta presente en muchas de las obras de la autora, en ‘La máscara de Ripley’ cobra especial importancia. Los personajes que confluyen en los círculos artísticos son protagonistas en esta entrega. Pero lo que quizá más llame la atención es el retrato de artista maldito, depresivo y con tendencias suicidas que tanto parece atraer a Highsmith. La trama y el devenir de los hechos acompañados de sus consecuencias son los principales protagonistas.Lectura fácil, rápida, atractiva, inteligente y perturbadora para cualquier estación del año.