Alegato por el cuento

 

Portada tomo I Los cuentos más bonitos del mundo
Portada tomo I Los cuentos más bonitos del mundo

Los cuentos más bonitos

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Alegato por el cuento

Si bien es algo que ya intuía, el autor de las Crónicas de Narnia confirma que la literatura infantil no es un arte menor y que sus obras no entienden de edades.Cuando leí esta afirmación del autor británico me vinieron a la memoria multitud de historias, situaciones e incluso nombres de personajes. Todavía recuerdo el número de socio de la biblioteca del colegio (Nº 330 se podía leer en la cartulina amarilla que hacía las veces de carné y de ficha, y sobre la cual se escribían a lápiz los títulos que cada tarde devoraba). Incluso recuerdo la predilección que sentía por una autora en particular, Christine Nölstinguer (sobre la que hablaré en otro momento). No obstante mis inicios en la literatura no se asientan tan solo sobre las bases de las colecciones de ‘El barco de vapor’, si no que abarcan un mundo mucho más variado y también más tradicional: el de los cuentos.La toma de contacto con los cuentos clásicos fue a través de una colección que todavía conservo y lo que es mejor, aún leo.

Retrato de los hermanos Grimm
Retrato de los hermanos Grimm

Iniciación

Sobre la estantería de mi nueva habitación descansaban un total de ocho volúmenes de fuertes tapas de color azul y sobre las que se podía leer: ‘Los cuentos más bonitos’. Fábulas rusas, historias con animales como protagonistas, adaptaciones de Las mil y una noches, los mejores cuentos de los hermanos Grimm, las obras maestras de Perrault y Andersen.

Retrato Hans Christian Andersen
Retrato Hans Christian Andersen

En definitiva, una selección de la mejor narrativa corta tradicional.Allí estaban, descansando sobre la estantería sin que yo me atreviera a tocarlos. La razón era la misma por la cual mi madre se había decidido a comprar la colección: las ilustraciones. Lejos de parecerse a las imágenes a las que los cuentos que leía me tenían acostumbrada, las páginas de los volúmenes estaban plagadas de personajes hoscos de fuertes rasgos, ojos ensangrentados y sonrisas malvadas; animales despeluchados vestidos como humanos y situaciones que poco se parecían a mi concepto de ‘cuento’.Los ilustradores encargados de alimentar mi rechazo son Michael Fiodorov, Alexander Koshkin, Dimitri Makhashvili y Mariana Beliayeva. Todos ellos reconocidos dibujantes rusos que han contribuido a completar la esencia de los cuentos clásicos en multitud de ediciones y cuya obra valoro enormemente hoy.

Página del cuento Los Tres Pelos de Oro del Diablo de los hermanos Grimm Ilustración de Alexander Koshin
Página del cuento Los Tres Pelos de Oro del Diablo de los hermanos Grimm Ilustración de Alexander Koshin
Inicio fabula Jack y las Habichuelas mágicas Ilustración de Michael Fiodorov
Inicio fabula Jack y las Habichuelas mágicas Ilustración de Michael Fiodorov

Literatura

Un día me decidí, abrí el primer tomo, comencé a leer y ya no paré. Pulgarcito, Hansel y Gretel, El porquerizo y Los músicos de Bremen, entre otros, se convirtieron en mis nuevos compañeros de fantasías. Con el paso del tiempo y gracias a ellos descubrí que los cuentos clásicos no son literatura infantil propiamente dicha si no que son literatura en mayúsculas.

De estructura y estilo sencillos, abordan temas universales como el amor, el odio, la maldad o la envidia. Que sorpresa la mía cuando la última esposa de Barbazul descubre los cadáveres de sus predecesoras muertas a manos de su marido; que escalofrío recorre mi espalda cuando la criada Morgiana vierte aceite hirviendo sobre los treinta y nueve ladrones que iban a robar a su amo Alí Babá.Los cuentos clásicos no son inocentes en su contenido y tal vez es por ello que mucha de la narrativa bebe de ellos para construir historias y personajes. En múltiples ocasiones he identificado rasgos en los personajes de las novelas contemporáneas procedentes de los principales emblemas de los cuentos tradicionales.

Prejuicio

La colección que mi madre decidió comprar cautivada por sus ilustraciones recopila las obras de los grandes maestros del cuento tal y como se concibieron. Es por ello que su esencia se mantiene intacta.Grimm, Andersen y Perrault eran literatos de verdad, creadores de primer orden cuyas obras merecen atención y deleite por parte de los adultos.

Portada tomo II Andersen
Portada tomo II Andersen

Abocado al precipicio del tópico y del prejuicio, el cuento es considerado un género de menor categoría, siempre relacionado con la niñez. Nada más lejos de la realidad. Para muestra las obras de arte en forma de cuento que fue capaz de crear Julio Cortazar, uno de los máximos exponentes del género.Denle una oportunidad, atrévanse como yo lo hice en su día. Y no hay mejor manera de iniciarse en el cuento que a través de los clásicos. Gracias a esa iniciativa descubrirán una nueva versión de La Cenicienta o de La Bella durmiente, una nueva perspectiva que en realidad es la auténtica y primigenia, la que nace de la idea que tuvo su autor el día que se cogió la pluma y se puso a escribir. Historias que poco tienen que ver con las edulcoradas versiones de Disney. Esos ocho volúmenes de tapas azules forman parte de mi memoria literaria, ejemplares que incluso en la madurez, aún merecen ser leídos.

2 thoughts on “Alegato por el cuento”

  1. Yo también los busco desde hace 10 años!!! Los tuvo que regalar mi padre cuando viajamos, y los echo mucho de menos… ahora, con mis hijas, me encantaría conpartirlos! Uno de misntomos favoritos eran los cuentos rusos <3 Yo también dejo mi contacto pornsinse hace el milagro!! vickyhernandezsanchez@gmail.com

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