*Nota: Reseña publicada originalmente en la revista Festa 2008.
Escaladas en Alicante. Medio y Alto Vinalopó, Foia de Castalla, Ontinyent
Juan Pedro Verdú, Manuel Amat y José Francisco Hernández. Petrer, 2007, 200 páginas.
«Cuando todo indica que por un lugar no se puede pasar, es necesario pasar». Esta célebre frase del alpinista británico Alfred Mummery es el reflejo de la fuerza y energía que empuja a multitud de escaladores a enfrentarse, día tras a día, a vías cada vez más técnicas y complejas, a conducir su cuerpo allá donde sus ojos soñaron.
Este libro trilingüe (castellano, valenciano, inglés) de escalada es la actualización de aquella antigua guía de croquis en color azul, editada en 1995, denominada Guía de escaladas del Medio y Alto Vinalopó. Una actualización que ya se venía echando de menos hacía años, sobre todo debido al auge actual de la escalada, a la apertura de numerosas vías y a la creación de nuevas zonas de escalada.
En él, Juan Pedro Verdú, José Francisco Hernández y Manuel Amat han recopilado toda la información y datos disponibles de las siguientes zonas de escalada: La Foradá, El Xaquetó, Penya Muntesa, L’Almadrava, El Cid, Penya del Corb, Penyes de Gorrit, Peñas de Marín, Cabreras, Peñas del Rey, Cumbre y zona del Búho, Alto Don Pedro, Peña Bastañ, Sierra de Enmedio, Peña Rubia, Barranc de Sanxet, Reconco, Penyes Roges, Barranco de los Molinos, Penya Almarra y Barranc de l’Avern, además de dos vías ferratas: la cara norte del Cid y la de la Sierra de la Vila en Villena, y varias zonas de boulder o escalada en bloque, como los sectores Encofrao y la Rambla en l’Almadrava.
Con un diseño y maquetación de gran calidad, tras una breve introducción a la zona y a la historia de la escalada en estas tierras, se presentan unas pequeñas reseñas sobre la geología, flora, y fauna que compartirán con nosotros esos maravillosos días de trepar y rapelar por peñas, crestas y barrancos. A continuación, se presentan cada una de las zonas de escalada, con un preciso mapa de acceso, una fotografía donde se muestran los diferentes sectores y se reseñan las vías sobre la fotografía, indicándose su graduación, su aperturista y una variada simbología para comprender perfectamente la técnica de la ruta a realizar: el equipamiento existente, la longitud, si tiene varios largos, si está desplomado o vertical, la orientación del sol, tiempo de aproximación, tipo de descenso, restricciones, etc. Es, por tanto, un perfecto libro de campo, para tenerlo siempre a mano junto a tu arnés, cuerda y pies de gato.
Llama la atención que alguna de las zonas menos conocidas se han quedado fuera de esta guía, aunque posiblemente haya sido de manera intencionada debido a que son zonas muy nuevas y en constante transformación, que están más alejadas en acceso o simplemente para que se mantengan en el estado más virgen posible.
Este libro debería ser sobre todo un homenaje a todas aquellas personas que han dedicado multitud de esfuerzos a abrir nuevas vías, como por ejemplo, Anaya, Freire, Maestre, Verdú, Navarro, Cosme, Justamante, Chiri, Amat y un largo etcétera, la mayoría de las veces con su propio dinero y, lo que es más importante, arriesgando su vida para que hoy todos nosotros podamos disfrutar de ellas. Porque escalar no es sólo un deporte, es algo más, es algo que te atrapa, se pega al corazón y no te deja escapar.
La escalada se lleva en la sangre, recuerdo como mi padre me inició en esta apasionante aventura y desde entonces no he podido colgar los pies de gato
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