Sé
que
estos
VERSOS
son
el silencio
buscado
y necesario
por no
querer
VER
con
detenimiento
el FINAL
atroz
que nos
atañe.
Imparable,
como
la MIRADA
desnuda
de la que se TUMBA
estando
VIVA
junto
a éste
MUERTO
para
ACARICIAR
los párpados
que pesan
como
el ALMA
y las sienes
del condenado
mientras
nos deshacemos
como
CARNE
en ácido
para
desgastar
los poros
del rencor
y la conciencia
que nos diferencia
AHORA
y
SIEMPRE.
Cielos
magnéticos,
nubes
que son sogas
y corrientes
resonando
como
oboes…
Se acerca
el día
acechando
con él
la NOCHE
lorquina
para
MORIR
tras
el último
ORGASMO
Dos cráneos;
golondrinas
y cuervos
batallando…
Quizá
sabremos
entonces
lo cerca
que estuvimos
de SER
SIEMPRE
iguales.