Escritos de un joven indecente (XCIX): He sido eterno

poesía indecente

Llevas
la MUERTE
escrita
en el VIENTRE;
cementerio
de nidos
de golondrina
errante.

He derramado
locura
por los poros
de mis pupilas
y la sangre
que ha brotado
de ellos
ha exterminado
la HUMANIDAD.

Nos queda
poco tiempo
y los «ochos»
MUERTOS,
(tumbados
boca abajo)
en la TUMBA,
son el desfiladero,

el batallón
inanimado
que va dando paso
al FINAL…

Volveré,
VALIENTE
y orgulloso;
con el EGO
amordazado,
al cementerio
que es
el ESTUDIO
donde
terminaré
MURIENDO
solo.

No volverás
a verme
VIVO,
sólo
quedará
el ESPECTRO
del REFLEJO
de la SOMBRA
proyectada
de lo que fuimos.

Arderé,
consciente,
entre
las cuatro
paredes
iluminadas
por la estufa
de sangre
y pasado
que termine
apretando
el gatillo
de lo HUMANO
y su delirio.

Las
cimas
de la desesperación,
y las estampas
de los VIVOS
que murieron
por DESEO
será
lo último
que vea
mientras
la brea
putrefacta
de los
VERSOS
y POEMAS
que dejé
escondidos
en tu ÚTERO
embalsame
mi cráneo
pálido
y derrotado
como
el día
que empecé
a MORIR
por ti
al mirarte
a los OJOS.

Seré
entonces
de nuevo
INMORTAL;
pasto
del recuerdo
en los DEDOS
de aquella
que pinta
y escribe.
En la VOZ
sexual
de los VERSOS
y POEMAS
de la que
se DESGARRA
con la mirada
amenazante
ante
los HOMBRE
que creen
poseerla
en la vanidad
de la NOCHE
que me asesina
cuando
un ORGASMO
en los brazos
de OTRO
susurre
mi NOMBRE
con la boca
entreabierta.

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